
El Poeta Nacional de Cuba, Nicolás Guillén Batista, nació en Camagüey el 10 de julio de 1902, hace 123 años, realizó en sus 87 años de vida una extensa obra literaria, periodística y política reconocida en numerosos países y fue declarado Doctor Honoris Causa por universidades en La Habana, Jamaica, Francia, Ecuador, Colombia y Lima.
Sus ideas revolucionarias lo mantuvieron en el exilio durante los últimos años de la dictadura batistiana regresando a la Isla tras el triunfo de la Revolución en 1959, en la cual se integró al Partido Comunista, estuvo entre los fundadores de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) de la cual fue su primer presidente, y fue condecorado con la Orden José Martí en 1981.
La poesía de Guillen está considerada como la más alta expresión de las legítimas y revolucionarias aspiraciones populares en el período histórico en que se publican e introdujo el tema negro en la poesía en lengua española. Su obra ha sido traducida a muchos idiomas y ha merecido comentarios elogiosos y estudios de destacadas personalidades de las letras contemporáneas.
Entre sus títulos literarios más destacados publicados por editoriales de diversos países se encuentran: Motivos de son, Elegía a Jesús Menéndez, Sóngoro cosongo, El son entero, Sóngoro Cosongo, Poemas Mulatos, Cantos para soldados y Sones para turistas. Por su obra obtuvo el Premio Viareggio y el Premio Nacional de Literatura en 1983.
Nació en el seno de una familia de clase media siendo parte de la pequeña burguesía negra. Su padre era Nicolás Guillén Urra, director del diario Las Dos Repúblicas y consejero provincial del Partido Nacional Liberal, y su madre Argelia Batista Arrieta. Ambos de origen mulato, síntesis de lo criollo y de la cubanidad.
El padre era un político liberal que fue senador por su provincia de 1909 a 1913. Se opuso a la candidatura para un segundo mandato del entonces presidente Mario García Menocal, situación que lo llevó a alzarse en 1917, en los sucesos que se conocen como el Alzamiento de La Chambelona. Fallido el alzamiento muchos de sus dirigentes fueron asesinados, entre ellos “el viejo Guillén” apodado “polainas”, lo que trajo consigo la ruina económica de la familia. El recuerdo del padre fue conservado siempre por el hijo, quien, muchos años después, en la década del cincuenta, lo evocaría intensamente en su obra.
Entre los años 1908 y 1912 el joven Nicolás Guillén recibe sus primeras enseñanzas en su ciudad natal. Se gradúa en 1920 de bachiller en el Instituto de Camagüey e ingresó en La Universidad de La Habana en la carrera de Derecho, la cual abandonó por falta de recursos.
En 1921 Guillén asiste a la tertulia iconoclasta del Café Martí, donde asistían los jóvenes poetas de ideas revolucionarias más representativos de La Habana, entre los que se encontraban Rubén Martínez Villena y Agustín Acosta. Esta experiencia le permite entrar en contacto con las tendencias renovadoras del postmodernismo y adquirir una visión crítica diferente del quehacer poético.
En 1923 el joven poeta funda la Revista Lis, de la que aparecen 18 números. Regresa a su natal Camagüey y entra en el periódico El Camagüeyano como corrector de artículos, luego como redactor y termina al frente de ese diario. También fue empleado del Ayuntamiento de Camagüey. Durante esta época se dedica al periodismo y a la vida bohemia, que lo aleja de las letras. Luego con el apoyo de amigos se muda de nuevo para La Habana en 1926 donde trabaja de mecanógrafo en la secretaría de la gobernación, allí se intensificaron sus intereses literarios e intelectuales y conoció a Federico García Lorca.
En 1927 rompe su silencio de un lustro y, tras cuatro años sin publicar un solo verso, da a conocer sus nuevas creaciones en la revista Orto de Manzanillo donde aparecen sus nuevos poemas de corte claramente vanguardista.
La turbulencia de esos años propició un ambiente de protesta en toda la Isla que, en el campo artístico y literario, se manifestó a través del Grupo Minorista formado por jóvenes intelectuales de izquierda del cual fue parte. A través de sus colaboraciones periodísticas en el suplemento literario dominical de El Diario de la Marina dio a conocer las nuevas formas de expresión procedentes de las diversas tendencias artísticas y literarias surgidas de las vanguardias europeas que en la Isla apenas empezaban a cultivarse.
En 1931 comienza a colaborar con el suplemento dominical del periódico El Mundo. En este año publica el libro de poemas Sóngoro cosongo, en el cual prosigue la búsqueda iniciada de sus raíces africanas.
En 1934 Guillén publica West Indies Ltd., libro que denuncia la explotación sufrida por el archipiélago antillano por el imperialismo estadounidense, que lo considera como una factoría más dentro de su proyecto de explotación continental.
Publicó también en numerosas revistas y periódicos, como Alma Mater, Las Dos Repúblicas y Camagüey Gráfico. En 1935 trabajó en el Departamento de Cultura del municipio de La Habana. Se reunió con los exponentes más altos de la cultura del momento, entre ellos: Juan Marinello, Alejo Carpentier y Félix Pita Rodríguez.
Comienza a colaborar con las revistas Orto y Castalia y con el periódico Las Dos Repúblicas, en el cual había trabajado su padre. Reúne los mejores poemas de su obra primigenia, marcada por la influencia todopoderosa de Rubén Darío, en un libro titulado Cerebro y corazón, que nunca llega a publicar
En el año 1935 se vincula al izquierdismo cubano formando parte del cuerpo de redacción de su revista Resumen, órgano de prensa del Partido Comunista. En 1936 comienza a editarse la revista literaria Mediodía, de los escritores de izquierda, en la cual Guillén llega a ser miembro de su comité editor. El poeta pierde su trabajo en el Departamento de Cultura por su ideología de izquierda, es arrestado por varios días y juzgado, junto al comité editor de la revista por su actividad política, proceso en el que resulta finalmente absuelto.
En 1937 ingresa en el Partido Socialista Popular. El 19 de enero de ese año parte en barco a México para un congreso de escritores y artistas y realiza luego una extensa gira por varios países. En junio de 1938, tras año y medio de ausencia, regresa a Cuba y es designado miembro del Comité Nacional de Unión Revolucionaria Comunista y elegido como candidato para alcalde de Camagüey en las elecciones de 1940. En 1939 ejerce como jefe de información del periódico Hoy, editado por el Partido Comunista de Cuba.
Durante la década de 1940 Guillén desarrolla una intensa actividad política y cultural: es redactor del diario Hoy, candidato a alcalde de su ciudad natal, miembro del comité nacional del Partido y del Frente Nacional Antifascista, y del organismo de ayuda y solidaridad con los combatientes de la URSS durante la Segunda Guerra Mundial, así como del Frente Nacional Antifascista.
Tras recorrer de nuevo numerosos países, el poeta regresa a Cuba en 1959 tras casi seis años de exilio y a su llegada ofrece un recital de poesías para el victorioso Ejército Rebelde en La Habana. Restituido en sus derechos ciudadanos eliminados por la dictadura y convertido en un símbolo del carácter popular el poeta reanuda sus colaboraciones en diarios y revistas de la isla y de distintos medios internacionales y emprende, nuevamente, su vida itinerante pero ahora como principal representante de la cultura de su país.
Al triunfo de la Revolución ocupó diversos cargos, como presidente de la UNEAC y embajador de Cuba en Brasil. Muchos de sus poemas han sido musicalizados por prestigiosos músicos cubanos y extranjeros. Murió en La Habana el 17 de julio de 1989 tras una larga y penosa enfermedad.
En reconocimiento a su obra literaria y actividad política, el Consejo de Estado de la República de Cuba decretó dos días de duelo nacional mientras que la bandera cubana debía ondear a media asta en los edificios públicos y establecimientos militares durante el duelo nacional. El cuerpo de Guillen fue expuesto en la base del monumento a José Martí, de la Plaza de la Revolución, para que el pueblo habanero en representación de todos los cubanos le rindiesen los honores que correspondían a una figura de la talla de Nicolas Guillen.
El 9 de julio de 1991 Se constituyó la Fundación “Nicolás Guillén”, encaminada a promover el estudio y la difusión de la obra del Poeta Nacional, así como la de auspiciar la creación e investigación literarias. Al frente de ella fue designado el destacado escritor cubano Ángel Augier.