
6 mayo, 2024 |
FOTO/ Rafael Martínez
Entre las oficinas de la sede de la Contraloría en Granma, se pasea una mujer que domina, debido a su función laboral, todo cuanto acontece en el sitio, su nombre es Yilan Oduardo Rodríguez.
Aunque, en la actualidad es la secretaria ejecutiva de la contralora jefa provincial, comenta que anteriormente se desempeñó en diversas funciones, cuando se conformaron como Ministerio de Auditoría y Control en el territorio.
“Yo trabajaba en el Gobierno municipal, en Bayamo, y pertenecía a la Dirección municipal de Economía y Planificación, entonces, un compañero de trabajo me recomendó con Luis Lastres Rodríguez, quien era el Delegado aquí, del antiguo ministerio, y él me propuso la
plaza de operadora de microcomputadoras. Soy licenciada en Informática, lo cual facilitó la tarea.
“Comenzamos desde cero, un equipo muy pequeño, entre ellos crecí, de operadora pasé a técnica en Computación. Luego del cambio a contraloría fui asistente de la contralora-jefa, posteriormente, secretaria y ahora secretaria ejecutiva.
“Mi trabajo me motiva, porque es amplio, debo dominarlo todo, aunque la función principal es la auditoría, incluimos el control, la planificación, las relaciones con la fiscalía provincial.
“Como estoy tan cerca de la contralora jefa, me involucro en cada proceso, dudas, temas administrativos, atención a la población, en este caso, debo orientarlos para que ellos elaboren sus quejas o se dirijan a las instituciones pertinentes.
Yilan recuerda algunos casos de auditorías comprometedores, en ese entonces, ella registraba los informes y los redactaba. Era muy joven, en sus inicios como operadora, cuando recibió una llamada telefónica en la cual la amenazaron.
“Teníamos una sola computadora y yo tecleaba documentos oficiales. En ese momento, estábamos inmersos en una acción de control compleja y de esa entidad llamaron para amedrentarme. Nunca hubo agresión, pero intimidó.
“En aquel período, la cultura sobre la función auditora era escasa, hoy día no sucede, al menos a mí. Los métodos se perfeccionan y ganamos en experiencia, conocimientos, desde las empresas se reconoce la labor preventiva.
A esta mujer de voz dulce, la definen la profesionalidad y las habilidades comunicativas que, por casi 23 años, la acompañan en su ejercicio laboral; además, en esta jornada de festejo obrero, se le confiere la Medalla Jesús Menéndez por los resultados.