La Asociación de Jóvenes Rebeldes unió al movimiento juvenil cubano

Asociación de Jóvenes Rebeldes

En fecha tan temprana luego del triunfo revolucionario en Cuba como el 28 de enero de 1960 se anunció públicamente la existencia de la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR), que sería el antecedente necesario de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).
En el acto por el natalicio del Apóstol José Martí, celebrado el 28 de enero de 1960 en el Capitolio Nacional, en su discurso el comandante Ernesto Che Guevara informó que la AJR ya contaba en esos momentos con más de siete mil miembros y en esa primera actividad pública presentó a Joel Iglesias como su dirigente nacional. El Comandante en Jefe, Fidel Castro, en el II Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) reconoció que la AJR se constituyó por inspiración del Che. 
En un primer documento del Departamento de Instrucción del Ejército Rebelde, firmado por el Che como su jefe y fechado el 30 de agosto de 1959, aparecen las primeras ideas para crear una organización integrada por jóvenes de 13 a 18 años que se llamaría Asociación de Jóvenes Rebeldes.
Para hacer realidad esa idea, el Che le asignó entonces la encomienda al comandante Joel Iglesias, el más joven oficial que obtuvo ese alto grado en el Ejército Rebelde a los 17 años, al capitán y ex líder estudiantil Fernando Ravelo Renedo y al soldado José R. Calderón.
Para los adolescentes en los primeros años de la Revolución Cubana pertenecer entonces a la naciente AJR era como ocupar la trinchera de luchas a la que no pudieron incorporarse por su edad durante la guerra de liberación, y así comenzaron a realizar diferentes actividades.
La idea inicial era integrar a la Revolución a los muchachos de uno y otro sexo que no trabajaban ni estudiaban, y ya en el Reglamento Provisional publicado  el 9 de diciembre de 1959 se aclaraba que podrían pertenecer a la AJR los jóvenes de cualquier sexo, origen social, religión e ideología que apoyaran el programa de la Revolución Cubana.
En las calles de numerosas ciudades de Cuba comenzaron a verse pelotones de jóvenes que aprendían a marchar con instructores del Ejército Rebelde, como parte de la formación de una disciplina que luego evolucionó hacia otras formas de dirección política. Meses después surgieron los primeros comités de base de la AJR en centros estudiantiles de la enseñanza secundaria, en algunos de los cuales sus miembros tuvieron que defender con los puños los intentos de hijos de la burguesía, llamados entonces “bitongos” por los revolucionarios, por tomar algunos centros para convertirlos en plataformas de oposición a las transformaciones revolucionarias.
La AJR se organizó progresivamente en todo el país. La primera gran tarea que Fidel y la Revolución asignaron a la AJR fue la creación de las Brigadas Juveniles de Trabajo Revolucionario (BJTR) con jóvenes que se mantenían en las calles sin trabajar ni estudiar. Cientos de jóvenes se establecieron en campamentos en la Sierra Maestra, donde vivían en condiciones de campaña, recibían preparación cultural, política y militar, además de realizar tareas de reforestación de la zona y trabajar en la construcción de casas y escuelas. 
La prueba de fuego de esos jóvenes era subir cinco veces el Pico Turquino. Luego, según la actitud demostrada y el nivel escolar alcanzado, se les ofrecía la oportunidad de continuar estudios en diferentes carreras técnicas o integrarse a las escuelas militares. Para los jóvenes que lograban esa meta su nombre tenía un apellido, pues con orgullo agregaban que eran un Cinco Picos.
Para las muchachas la AJR creó el Centro Educacional de Industria y Artesanía Clodomira, nombrado así por Clodomira Acosta Ferrales, valerosa mensajera de la columna 1 del Ejército Rebelde en la Sierra Maestra que fue capturada, torturada y asesinada, sin que lograran los esbirros sacarle una palabra. Adolescentes de 13 a 17 años cursaron allí las enseñanzas primaria y secundaria, y aprendieron algún oficio útil para salir adelante.
En las provincias se crearon las Escuelas de Instrucción Revolucionaria de la AJR, las que pasaron muchos jóvenes que posteriormente ocuparían diversos cargos en el país. Representantes de la AJR formaron parte del Comité Nacional Preparatorio del Primer Congreso Latinoamericano de Juventudes (CLAJ), que sesionó en La Habana del 28 de julio al 6 de agosto de 1960, e integraron la delegación cubana al evento.
Cada vez se hacía más imperiosa la necesidad de unir a todo el movimiento juvenil revolucionario cubano para defender la Revolución y hacerla avanzar. Con ese reto comenzó, el 21 de octubre de 1960 en el Teatro Payret de La Habana la Primera Plenaria Nacional de la Asociación de Jóvenes Rebeldes.
A ese evento asistieron 244 delegados efectivos, 44 invitados nacionales y 14 de otros países. Entre los efectivos, predominaban estudiantes y obreros. En cuanto al promedio de edades, el grupo comprendido entre 15 y 19 años era abrumadoramente mayoritario.
Importantes acuerdos se adoptaron en la Plenaria. Se cambiaba el carácter y contenido de trabajo de la AJR que se estaba transformando en una agrupación de la juventud cubana para impulsar la Revolución en centros de trabajo o de estudio. El límite de edad se extendió hasta los 25 años y se aprobó su afiliación a la Federación Mundial de Juventudes Democráticas.
También se aprobó la idea de crear una organización única para los niños cubanos. Las Patrullas Juveniles pasaron a ser dirigidas por la AJR y serían la génesis de la Unión de Pioneros de Cuba.
El trabajo de la AJR, tras la integración y unidad del movimiento juvenil cubano, se hizo más complejo y hermoso. Pasó a ser el sentido fundamental de su labor la educación política e ideológica de toda esa masa juvenil de heterogénea formación que constituía su membresía, y la preparación de esta para ser cada día más útil en la nueva Cuba que Fidel estaba forjando.
En los centros docentes comenzaron las captaciones para las brigadas de alfabetizadores Conrado Benítez, devenida fuerza imprescindible en la gloriosa campaña de llevar por llanos y montañas la luz de la enseñanza. No se descuidó la defensa de la Patria y al llamado de Fidel muchos jóvenes rebeldes acudieron a la convocatoria para estudiar aviación, ya que las Fuerzas Armadas Rebeldes estaban urgidas de pilotos. En la batalla de Playa Girón, el papel de la juventud cubana fue muy relevante y la mayoría de los combatientes menores de 25 años eran miembros de la AJR.
Una tarea estratégica de la AJR fue recaudar fondos en todo el país mediante múltiples actividades para la celebración, del 30 de marzo al 4 de abril de 1962, del Primer Congreso de la Asociación de Jóvenes Rebeldes, donde cambiaría su nombre a Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) para ser la indiscutible vanguardia de las nuevas generaciones de obreros, estudiantes y campesinos.

Compartir:

Añadir nuevo comentario