La Liga Antiimperialista de Cuba, asociación de estudiantes, obreros e intelectuales cubanos y latinoamericanos para difundir ideas antiimperialistas, fue fundada por Julio Antonio Mella el 14 de julio de 1925 y reorganizada luego de su muerte por Juan Marinello Vidaurreta.
Como continuación de la fundación de la Liga Antiimperialista de las Américas (LAI) en México en marzo de 1925, bajo la dirección del pintor muralista Diego Rivera, comenzó a conformarse su Sección Cubana, inscrita en el gobierno provincial habanero con el nombre de Liga Antiimperialista de Cuba.
Los primeros pasos para la constitución de la Sección Cubana de la Liga Antiimperialista de las Américas se llevaron a cabo en la Agrupación Comunista de La Habana, a partir de una comunicación publicada por El Libertador, órgano de prensa de la LAI, dada a conocer el 15 de marzo de 1925.
La Sección Cubana de la LAI se constituyó el 27 de junio de 1925, en el local de la Asociación de Estudiantes del Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana, y en una asamblea efectuada en la Sociedad de Torcedores el 14 de julio siguiente se eligió una junta directiva por un año.
La Junta Directiva quedó integrada por Julio Antonio Mella como secretario organizador, José Acosta vicesecretario y Alejandro Barreiro secretario financiero, y por Carlos Baliño, Rubén Martínez Villena, Alfonso Bernal del Riesgo, José Zacarías Tallet, Antonio Penichet y otros, como vocales. En la Liga también se inscribieron Leonardo Fernández Sánchez, presidente de los estudiantes del Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana; Aureliano Sánchez Arango, Francisco L. Rodríguez y Emilio Álvarez Recio.
El Reglamento se inscribió el 6 de julio en el Registro de Asociaciones del Gobierno Provincial de La Habana, y el Acta de Constitución, el 17 de julio, ante esa misma instancia.
El 20 de julio de 1925 el periódico Nueva Luz publicó un manifiesto de la Liga que denunciaba cómo el imperialismo norteamericano reclutaba a sus mejores aliados, mediante soborno y corrupción, entre los gobernantes de los países que intentaba explotar, con la colaboración de capitalistas de esas naciones, quienes, al sentirse débiles, hacían causa común con la potencia dominante.
El propósito de la Sección Cubana de la Liga Antiimperialista de las Américas era agrupar a todos los revolucionarios decididos a enfrentar al imperialismo, y sus miembros libraron una batalla ideológica importante contra la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), que había logrado penetrar en escasa proporción dentro de la clase media cubana.
Además de sus relaciones con la recién fundada Confederación Nacional Obrera de Cuba (CNOC) y el Partido Comunista de Cuba, la Sección Cubana de la LAI estableció contactos con organizaciones afrocubanas, de exiliados españoles y de inmigrantes judíos, así como con el Partido Comunista Chino (KMT), el Kuomintang.
El 22 de agosto de 1925 Julio Antonio Mella realizó un acto público con la participación de centenares de trabajadores, estudiantes e intelectuales, para divulgar sus objetivos de trabajo de la Liga y denunciar los males a que se veían sometidos los pueblos de América Latina.
En otro acto, el 25 de agosto, tomaron la palabra Alfredo López Arencibia, Alejandro Barreiro y Alonso Bernal del Riesgo, junto con Julio Antonio Mella, quien encabezó una campaña nacional de la Liga por la devolución de la Base Naval de Guantánamo que había sido impuesta a Cuba por la Enmienda Platt.
A pesar de que la Liga había conseguido ser inscrita en el registro de Asociaciones de La Habana, sus actividades fueron perseguidas por la naciente tiranía de Gerardo Machado Morales. No obstante, en múltiples ocasiones pudo Mella convocar a las masas populares en protesta por la opresión imperialista en el mundo.
El 2 de diciembre de 1925 la Liga publicó un manifiesto donde denunciaba la detención de Mella y varios compañeros, y pedía su libertad, la solución de la crisis nacional y la nacionalización de los centrales azucareros. Durante la huelga de hambre realizada por Mella, la Liga con la movilización del pueblo forzó al gobierno machadista a ponerlo en libertad.
Con el proceso judicial contra los comunistas cubanos entre julio y agosto de 1927 y la represión de las principales figuras del Partido terminó la primera etapa de la Liga Antiimperialista. Después de la muerte de Mella, asesinado en México por sicarios de Machado el 10 de enero de 1929, Juan Marinello asumió su presidencia. Como consecuencia de la represión desatada por la huelga de marzo de 1935, desapareció la Liga Antiimperialista de Cuba.