
Organizada y dirigida por Julio Antonio Mella el 3 de noviembre de 1923 se fundó la Universidad Popular José Martí (UPJM), que desempeñó un papel importante no sólo en la superación de los obreros, sino en el establecimiento de la unidad entre éstos y los estudiantes.
La institución fue una universidad que funcionó entre 1923 y 1927 dentro del campus de la Universidad de La Habana, y en sus aulas se brindaron clases, conferencias, veladas y otras actividades. Fue clausurada en 1927 por órdenes del dictador Gerardo Machado al considerarla un peligroso foco comunista.
La creación de la Universidad Popular José Martí, el Movimiento de la Reforma Universitaria y la Protesta de los Trece, encabezada por Rubén Martínez Villena, marcaron una trilogía de hechos progresistas relevantes ocurridos durante ese año 1923 en la vida política y cultural de Cuba.
La Universidad fundada por Mella aseguraba no sólo la formación cultural sino además ideológica, por lo cual su creador y organizador, la llamó “la hija querida de mis sueños”. La idea surgió en el Primer Congreso de Estudiantes celebrado entre el 14 y el 26 de octubre de 1923, año que se caracterizó por la agitación universitaria frente a los desmanes de la tiranía machadista.
A ese evento asistieron 128 delegados en representación de 53 instituciones, debatiéndose un total de 33 ponencias en las sesiones plenarias con temas estrechamente relacionados con la reforma de la enseñanza secundaria; las modificaciones al plan de estudios de Derecho; cambios en la estructura de la enseñanza universitaria y secundaria, además de temas económicos, políticos, culturales y sociales. En la magna cita el Directorio Estudiantil presentó en su programa la necesidad de una reforma radical de la Universidad, tema que fue debatido por los dirigentes estudiantiles desde un mes antes del Congreso.
En el Congreso, cuyo lema central proclamaba “Todo tiempo futuro tiene que ser mejor”, se tomaron acuerdos trascendentales a pesar de su composición heterogénea. Entre ellos: Fundar la Confederación de Estudiantes de Cuba y la Declaración de Derechos y Deberes del Estudiante; condenar la penetración imperialista norteamericana en las Antillas, Centroamérica y Filipinas; condenar el colonialismo; solicitar que Cuba establezca relaciones diplomáticas con la entonces Unión Soviética; condenar la actuación del imperialismo yanqui en Cuba; demandar la derogación de la Enmienda Platt; Rechazar la Doctrina Monroe y el Panamericanismo; así como crear la Universidad Popular José Martí, inspirada según palabras de Mella, en el propósito de abrir una senda de luz para las nuevas generaciones de obreros cubanos.
Inaugurada en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, el 3 de noviembre de 1923, con una matrícula de 400 obreros-estudiantes, se logró ligar a obreros e intelectuales con los sindicatos, como prueba de la transformación que debía asumir el nuevo organismo educacional para llevar el conocimiento a los más humildes. Los estudiantes de la UPJM tendrían los mismos derechos e iguales deberes que el resto de los estudiantes.
Fue dirigida la nueva universidad por un Consejo o Junta con Mella al frente. El proyecto estuvo dirigido a elevar el nivel cultural y político ideológico de la clase obrera y despertar su conciencia clasista sobre la base de la defensa de los principios de justicia social que interesaban a todos.
Mella definió sus objetivos al plantear: “Preparar esas nuevas generaciones es la tarea que viene realizando la Universidad Popular José Martí, ella tiene fe en los nuevos principios, en los hombres que piensan nuevo y actúan nuevo; saltamos, pues, por encima de los que creen que lo actual es perfecto, sacrifiquémonos, no por el placer de sacrificarnos, sino por el placer que se experimenta al realizar una buena acción. Defendamos la luz de la cultura que ilumina el mañana glorioso; y, guiados por sus esplendorosos rayos, obreros y estudiantes unidos avanzaremos hacia la conquista de la libertad.”
El curso comenzó el 20 de noviembre de 1923 en la Facultad de Derecho, en horario nocturno, y en sus aulas se impartió Historia de la Humanidad y de Cuba, Literatura, Gramática, Matemática, Psicología y Lógica, Maternidad y Profilaxis Sexual, Economía Política y Social, Legislación del Trabajo, Moral Antidogmática y Rudimentos de Ciencias de las Religiones, entre otros temas.
Ofreció, además, cursos de primera enseñanza, escuela para analfabetos y escuela nacional, conferencias con la colaboración de profesores universitarios y destacados intelectuales como Eusebio Adolfo Hernández y Emilio Roig de Leuchsenring. Entre los estudiantes y graduados que trabajaron con Julio Antonio Mella, sobresalieron Sara Pascual, Leonardo Fernández Sánchez, Alfonso Bernal del Riesgo, a quienes se unieron poco después Rubén Martínez Villena, Raúl Roa y Gustavo Aldereguía Lima.
Según el Registro de Asociaciones en el que fue inscrita la universidad, la rectoría de la institución estuvo a cargo de José Zacarías Tallet, mientras que Jorge A. Vivó aparecía como su secretario. Las aulas de la Universidad Popular José Martí pudieron expandirse al resto de las provincias del país, a pesar de la represión y las enormes dificultades para la comunicación propias de la época.
La importancia que Mella concedió a la UPJM tuvo expresión especial cuando en enero de 1926 tuvo que partir clandestinamente hacia México, donde tres años después sería asesinado por orden de Machado. En esa ocasión encargó su dirección a Rubén Martínez Villena, quien de inmediato asumió la nueva tarea. Rubén rápidamente se convirtió en el principal conductor de los cursos regulares y en eficaz organizador de las actividades colaterales de la singular universidad. Junto a esa labor, asumió las clases de las asignaturas Legislación Obrera y Antiimperialismo, que Mella había impartido hasta su encarcelamiento.
La UPJM fue un anticipo histórico de la Universidad en Revolución.