José Martí, el Héroe Nacional, el Maestro de todos los cubanos

José Martí

Podemos llamarlo El Maestro, el Héroe Nacional de Cuba, el Apóstol, o el Mayor General del Ejército Libertador que cayó en Dos Ríos, pero todos identificarán de inmediato a José Julián Martí Pérez, ese compatriota que con sólo 42 años iluminó para siempre la vida de los cubanos.

Este 28 de enero se cumplieron 171 años de su nacimiento en 1853 en la calle Paula número 41 en la antigua Habana intramuros, hijo primogénito de Mariano Martí y Leonor Pérez, naturales de Valencia y Santa Cruz de Tenerife, en España, y donde vivió junto a sus siete hermanas: Leonor, Mariana, María del Carmen, María del Pilar, Rita Amelia, Antonia y Dolores.

Mucho podría escribirse del poeta, escritor, periodista, pensador y, sobretodo, del revolucionario que fue capaz de unir a las fuerzas que participaron en la Guerra de los 10 Años contra el colonialismo español, de organizar la Guerra Necesaria y fundar el Partido Revolucionario Cubano para dirigirla.

Cuando vemos las Obras Completas de José Martí no son pocas las personas que se preguntarán cómo pudo escribir tanto, no sólo en cantidad sino en su magnífico contenido, con una vida tan corta donde sufrió prisión, destierro, viajó a varios países, se graduó de Licenciado en Derecho Civil y en Filosofía y Letras en las universidades de Madrid y Zaragoza, y no tuvo pausa en su actividad conspirativa y de luchas revolucionarias.

A los 16 años, el 21 de octubre de 1869, Martí es recluido en la Cárcel Nacional acusado de infidencia por escribir una carta, junto a su entrañable amigo Fermín Valdés Domínguez, donde califica de apóstata a otro estudiante por alistarse en el Cuerpo de Voluntarios del colonialismo español. El 4 de marzo de 1870 fue condenado a seis años de prisión, pena posteriormente conmutada por el destierro a Isla de Pinos, lugar al que llega el 13 de octubre. El 18 de diciembre sale hacia La Habana y el 15 de enero de 1871, por gestiones realizadas por sus padres, logró ser deportado a España.

Estudia y se gradúa en dos universidades de la península ibérica. De allí se traslada a París, por breve tiempo. Pasa por Nueva York y llega a Veracruz el 8 de febrero de 1875, donde se reúne con su familia. En México entabla relaciones con Manuel Mercado y conoce a Carmen Zayas Bazán, la cubana que luego sería su esposa.

Del 2 de enero al 24 de febrero de 1877 estuvo de incógnito en La Habana como Julián Pérez. Viaja a Guatemala y trabaja en la Escuela Normal Central como catedrático de Literatura y de Historia de la Filosofía. Retorna a México, para contraer matrimonio con Carmen el 20 de diciembre del mismo año, regresando a inicios de 1878 a Guatemala.

Concluida la Guerra del 68 vuelve a Cuba el 31 de agosto de 1878, para radicarse en La Habana, y el 22 de noviembre nace José Francisco, su único hijo. Intensifica sus labores conspirativas figurando entre los fundadores del Club Central Revolucionario Cubano, del cual fue elegido vicepresidente el 18 de marzo de 1879. Posteriormente el Comité Revolucionario Cubano, radicado en Nueva York bajo la presidencia del Mayor General Calixto García, lo nombra subdelegado en la Isla.

El 17 de septiembre es detenido y deportado nuevamente a España, el 25 de septiembre de 1879, por sus vínculos en la Guerra Chiquita. De ahí viaja a Nueva York. Se reúne con su esposa e hijo el 3 de marzo de 1880 y permanecen juntos hasta el 21 de octubre, en que Carmen y José Francisco regresan a Cuba. Una semana después resultó electo vocal del Comité Revolucionario Cubano, del cual asumió la presidencia al sustituir a Calixto, quien había partido hacia Cuba para incorporarse a la Guerra Chiquita.

Entre 1880 y 1890 Martí sería conocido en diversos países de América a través de artículos y crónicas que enviaba desde Nueva York a importantes periódicos: La Opinión Nacional, de Caracas; La Nación, de Buenos Aires y El Partido Liberal, de México, muchos de los cuales continúan encontrando hoy los investigadores para enriquecer la edición revisada de sus Obras Completas.

A mediados de 1882 reinició Martí la labor de reorganizar a los revolucionarios cubanos, comunicándoselo mediante cartas a Máximo Gómez y Antonio Maceo. El 2 de octubre de 1884 se reúne por vez primera con ambos líderes y comienza a colaborar en el Plan Insurreccional Gómez-Maceo, del cual desistió por estar en desacuerdo con los métodos de dirección empleados.

El 30 de noviembre de 1887 fundó una Comisión Ejecutiva, de la cual fue elegido presidente, encargada de dirigir las actividades organizativas de los revolucionarios. En enero de 1892 redactó las Bases y los Estatutos del Partido Revolucionario Cubano. El 8 de abril de 1892 resultó electo Delegado de esa organización, cuya constitución fue proclamada dos días después, el 10 de abril de 1892, y el 14 fundó el periódico Patria, órgano oficial del Partido.

En los años 1893 y 1894 recorrió varios países de América y ciudades de Estados Unidos, uniendo a los principales jefes de la Guerra del 68 y acopiando recursos para la nueva contienda. Desde mediados de 1894 aceleró los preparativos del Plan Fernandina, con el cual pretendía promover una guerra corta, sin grandes desgastes y destrucciones para los cubanos. El 8 de diciembre de 1894 redactó y firmó, conjuntamente con los coroneles Mayía Rodríguez (en representación de Máximo Gómez) y Enrique Collazo (en representación de los patriotas de la Isla), el plan de alzamiento en Cuba. El Plan Fernandina fue descubierto e incautadas las naves con las cuales se iba a ejecutar. Pese a ello, Martí decidió seguir adelante con los planes de alzamiento en la Isla, en lo que fue apoyado por los principales jefes.

El 29 de enero de 1895, junto con Mayía y Collazo, firmó la orden de alzamiento y la envió a Juan Gualberto Gómez para su ejecución. Partió de inmediato de Nueva York a Montecristi, en República Dominicana, donde lo esperaba Máximo Gómez, con quien firmó el 25 de marzo de 1895 un documento conocido como "Manifiesto de Montecristi", programa de la nueva guerra, y ambos llegan a Cuba el 11 de abril de 1895 luego de un azaroso viaje y desembarcan por Playitas de Cajobabo, Baracoa.

Tres días después del desembarco, hicieron contacto con las fuerzas del comandante Félix Ruenes. El 15 de abril de 1895 los jefes allí reunidos bajo la dirección de Gómez, acordaron conferir a Martí el grado de Mayor General del Ejército Libertador por sus méritos y servicios prestados.

El 28 de abril de 1895, en el campamento de Vuelta Corta, en Guantánamo, en unión de Gómez firmó la circular "Política de guerra". Envió mensajes a los jefes indicándoles que debían enviar un representante a una asamblea de delegados para elegir un gobierno en breve tiempo. El 5 de mayo de 1895 tuvo lugar su encuentro con Gómez y Maceo en La Mejorana, donde se discutió la estrategia a seguir. El 14 de mayo de 1895 firmó la "Circular a los jefes y oficiales del Ejército Libertador", último de los documentos organizativos de la guerra, la que elaboró conjuntamente con Máximo Gómez.

Siguiendo la marcha hacia el oeste de la provincia oriental, llegaron a Dos Ríos, cerca de Palma Soriano. El 19 de mayo de 1895 una columna española se desplegó en la zona y los cubanos fueron a su encuentro. Martí marchaba con Gómez y el Mayor General Bartolomé Masó. Al llegar al lugar de la acción, Gómez le indicó detenerse y permanecer en el lugar acordado. No obstante, en el transcurso del combate, se separó del grueso de las fuerzas cubanas, acompañado solamente por su ayudante Ángel de la Guardia. Martí cabalgó, sin saberlo, hacia un grupo de españoles ocultos en la maleza y fue alcanzado por tres disparos que le provocaron heridas mortales. Cuando se conoció lo sucedido, resultó imposible rescatar su cadáver, el cual fue conducido por los españoles y, tras varios enterramientos, finalmente fue sepultado el día 27, en el nicho número 134 de la galería sur del Cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba, y muchos años más tarde depositado en su mausoleo.

Desde allí, sus ideas y ejemplo, inspiraron a la Generación del Centenario para hacer finalmente la Revolución que él soñó y siguen marcando el rumbo para todos los cubanos hacia una Patria próspera, antiimperialista y socialista.

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