Joaquín de Agüero, el primer patriota en liberar sus esclavos

aguero
En inédito gesto el patriota camagüeyano Joaquín de Agüero y Agüero concedió la libertad a sus ocho esclavos el 23 de enero de 1843 y les entregó tierras, aperos de labranza y dinero para que fueran autosuficientes, lo cual fue un anticipo de su lucha independentista truncada el 12 de agosto de 1851 Ese hecho sin precedentes ocurrido hace 189 años motivó que fuera llamado por el jefe político y militar español de la jurisdicción, para interrogarlo acerca de los motivos de esta acción, a lo que Agüero le respondió: "¡Cumpliendo un deber de humanidad y de conciencia!" Agüero nació el 15 de noviembre de 1816 en Puerto Príncipe, actual provincia de Camagüey, y en 1840, cuando tenía 24 años y el título de Bachiller en Leyes, se hizo cargo de los negocios de la familia al fallecimiento de su padre. En 1842 junto a algunos vecinos fundó una escuela pública gratuita en el poblado de Guáimaro y contrajo matrimonio con su prima Ana Josefa de Agüero Perdomo, con quien tuvo tres hijos. Ante el acoso de las autoridades coloniales abandonó Cuba en mayo de 1843 y vivió durante algunos meses en Filadelfia, Estados Unidos, hasta que regresó a su Patria y criticó públicamente las arbitrariedades del régimen colonial. A fines de 1849 participó en la fundación de la Sociedad Libertadora de Puerto Príncipe (hoy Camagüey), organización clandestina cuyo objetivo era la preparación de un levantamiento armado contra el poder español, y que extendió sus actividades a otras partes de la Isla. En apoyo a la expedición de Narciso López, cuando se suponía había desembarcado con éxito, encabezó un levantamiento en armas con unos 60 hombres en un lugar conocido como El Palenque o El Farallón, término municipal de Guáimaro, donde organizó un campamento de alzados contra la dominación española. Bajo la persecución del poder colonial, el 4 de julio de 1851 se declaró en rebeldía contra la metrópoli y junto a un numeroso grupo de conspiradores redactó y firmó, el 4 de julio de 1851, la primera Declaración de Independencia que recoge la historia cubana, en San Francisco de Jucaral. Después se dirigieron a Las Tunas con el propósito de tomar por asalto la población, acción que no se llevó a cabo por un error táctico, pues sus fuerzas combatieron entre sí y tuvieron que retirarse. Poco después fueron atacados por los españoles en la finca San Carlos de Melilla, los cuales les superaban en número y lograron vencerlos. El 23 de julio fueron capturados, encerrados e incomunicados en el Cuartel de Caballería (hoy Museo Provincial Ignacio Agramonte de Camagüey), y llevados a un consejo de guerra que decretó la pena de muerte para él y sus compañeros Fernando de Zayas, Tomás Betancourt y Miguel Benavides. Agüero rechazó las gestiones para la conmutación de la pena de muerte hechas por dos damas camagüeyanas diciendo que “esa presentación es inútil y humillante, y por nada de este mundo deben humillarse las matronas del Camagüey, que son gloria y orgullo de mi Patria, las lágrimas no pueden romper las cadenas, al hierro solo lo rompe el hierro”. Al rechazar el indulto, ofrecido por el mando español a cambio de su arrepentimiento y una declaración de adhesión a España, Agüero respondió: "Sé que la vida me va en ello, pero no me haré traición a mí mismo, siempre he sido fiel a mis principios de honradez y nada recuerdo haber hecho en el transcurso de mi vida que pueda avergonzarme en esta materia. Zayas, Benavides y Betancourt se muestran igualmente grandes e identificados conmigo". El 12 de agosto de 1851 fueron fusilados, cuando Agüero tenía 35 años, y pasaron a la historia en la honrosa lista de los patriotas que se mantuvieron fieles a sus principios y nunca hicieron concesiones a la causa independentista cubana.
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