
Un 26 de abril de 1987, hace 38 años, falleció el destacado revolucionario y dirigente comunista cubano Blas Roca Calderío, cuya larga trayectoria de lucha y fidelidad a la causa de la Revolución Cubana y a su máximo líder, Fidel Castro Ruz, caracterizaron su fructífera vida.
Nació en Manzanillo, Oriente, el 24 de julio de 1908, en el seno de una familia humilde. Tuvo una educación casi autodidacta, pues sólo pudo cursar hasta el cuarto grado de la enseñanza primaria, pero leyó mucho y se puso en contacto con innumerables textos de contenido social progresista.
Aprobó en 1924 los exámenes que lo habilitaban para el magisterio. Ejerció como maestro sustituto durante tres meses, más tuvo que cesar en su trabajo por falta de recomendación política. A los veinte años comenzó a estudiar Marxismo.
En 1929 ingresó en el Partido Comunista y dos años más tarde fue encargado de su organización en la provincia de Oriente y elegido miembro de su Comité Central. Anteriormente, como secretario general de la Federación Obrera de Manzanillo, tomó parte activa en las huelgas de zapateros de 1929 y en la de estibadores de 1930.
Participó activamente en la organización de los obreros cubanos en su provincia y en la lucha contra la tiranía de Gerardo Machado en el país. Fue detenido en julio de 1932 y encarcelado un año, en Guantánamo. En la prisión escribió trabajos que circularon clandestinamente. Publicó los periódicos mimeografiados Voz Proletaria y El Comunista, este último después de la caída de Gerardo Machado.
A fines de 1933 se traslada a La Habana, donde conoce a Rubén Martínez Villena. Al año siguiente, en 1934, es designado secretario general del Partido Comunista de Cuba y viaja a Moscú como delegado del país al VII Congreso de la Internacional Comunista. Colabora en los diarios Mediodía y Noticias de Hoy y forma parte del Consejo de Dirección de la revista mensual El Comunista. Es electo delegado a la Asamblea Constituyente de 1940 y diputado nacional desde ese mismo año. Creó y dirigió la Revista Fundamentos y colaboró en Gaceta del Caribe, la revista Mella y La última Hora. Fue secretario general y primer vicepresidente del Partido Socialista Popular.
Desde la legalidad del Partido mantuvo un permanente apoyo a la unidad de la clase obrera y de todos los sectores nacionales en lucha por la verdadera independencia económica y política del país. Junto a Lázaro Peña y Jesús Menéndez construyó una Central Sindical que unió a todas las corrientes de la clase obrera y las proyectó con un sentido revolucionario de clase.
Se opuso al golpe del 10 de marzo de 1952 y regresó a Cuba del exilio para combatir contra la dictadura batistiana desde la clandestinidad.
Luego del triunfo de la Revolución fue miembro de la Dirección Nacional de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI) y del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba. Fue director del periódico Hoy. Luego de la fundación del Partido Comunista de Cuba en 1965 fue miembro de su Comité Central y su Buró Político, ratificado en todos los congresos hasta su muerte en 1987, y fue el primer presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Dirigió, desde el Secretariado de las Comisiones jurídicas, el reordenamiento de la legislación judicial para adecuarla a la estructura socialista del país. Participó activamente en la primera experiencia de la creación del Poder Popular en la provincia de Matanzas y presidió la Comisión Redactora del Anteproyecto de Constitución. Fue investido en 1974 con el título de Doctor Honoris Causa en Ciencias Jurídicas por la Universidad de la Habana, y dejó una considerable obra teórica en artículos publicados en Cuba y en diversos países del mundo.
A causa de una prolongada enfermedad muere el 25 de abril de 1987, a los 78 años de edad. Por decisión de la dirección de la Revolución fue sepultado en El Cacahual con honores de General Muerto en Campaña y, de acuerdo con su propio deseo, en “tierra pelada”.
En la despedida de su duelo, Fidel Castro expresó: "Ha dejado de existir un hombre excepcional, de singulares virtudes y extraordinario talento. Un revolucionario ejemplar que dedicó por entero su vida a la causa de los humildes, maestro y conductor de comunistas por más de medio siglo, combatiente indoblegable que durante casi tres décadas dirigió el primer partido marxista-leninista de Cuba".