
Hace 63 años, el 24 de marzo de 1962, el Departamento del Tesoro del gobierno norteamericano anunció la prohibición de entrada en territorio norteamericano de cualquier artículo elaborado, total o parcialmente, con productos de origen cubano, aunque fuese hecho en un tercer país.
Esta medida no fue la primera acción agresiva, pública o secreta, de Washington contra la Revolución Cubana triunfante el 1 de enero de 1959, pero sí un paso importante en la implementación del bloqueo total contra Cuba decretado por el entonces Presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, a partir de las 12.01 AM del 7 de febrero de 1962, con intención de asfixiar económicamente a la población de la Isla.
Comenzaba así una acción de genocidio contra el pueblo cubano, sin precedente en el mundo y que dura ya más de seis décadas.
Desde el 6 de febrero de 1959 el Banco Nacional de Cuba había consignado que su depósito en bancos norteamericanos de 424 millones de dólares fue robado por cabecillas batistianos y, pese al reclamo oficial, ni un solo centavo fue devuelto a la República de Cuba.
Días después, el 12 de febrero de 1959 el Consejo de Seguridad Nacional de los Estados Unidos negó un modesto crédito solicitado por el Banco Nacional de Cuba para sostener la moneda cubana, y el 24 de junio de 1959 el Departamento de Estado del gobierno norteamericano del presidente Dwight D. Eisenhower convocó una reunión para ordenar que: "correspondía al Gobierno de Estados Unidos asumir de inmediato una posición muy firme contra la Ley de Reforma Agraria y su implementación”, y advertía que “la mejor manera de alcanzar el necesario resultado es la presión económica."
El 6 de abril de 1960 Lester D. Mallory, Vice Secretario de Estado Asistente para los Asuntos Interamericanos de Estados Unidos, en un memorándum secreto del Departamento de Estado definía la filosofía del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto que comenzó a implantarse poco después de forma unilateral contra Cuba y con carácter extraterritorial.
“La mayoría de los cubanos apoyan a Castro… el único modo previsible de restarle apoyo interno es mediante el desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales… hay que emplear rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba… una línea de acción que, siendo lo más habilidosa y discreta posible, logre los mayores avances en la privación a Cuba de dinero y suministros, para reducirle sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno”, recomendaba Mallory.
En abril de 1960 las transnacionales Esso, Texaco y Shell, a petición del Gobierno de Estados Unidos, restringen la exportación de combustible a Cuba, y en junio de 1960 el presidente Eisenhower decretó la reducción de 700 mil toneladas de la cuota azucarera cubana en el mercado norteamericano.
El 24 de septiembre de 1960 el Gobierno de Estados Unidos notificó la suspensión de operaciones de planta de níquel de Nicaro, propiedad del Gobierno de ese país. Siguiendo la política de ahogar económicamente a la naciente Revolución Cubana, el 19 de octubre de 1960 se ponen en vigor medidas generales prohibiendo exportaciones norteamericanas a Cuba. El 16 de diciembre de 1960 Eisenhower suprime totalmente la cuota azucarera cubana para los primeros tres meses de 1961.
El 3 de enero de 1961 Estados Unidos rompe relaciones diplomáticas con Cuba, y el 31 de marzo de 1961 el presidente John F. Kennedy suprime totalmente la cuota azucarera cubana en el mercado norteamericano para 1961 (tres millones de toneladas). En enero de 1962 Estados Unidos despliega una intensa maniobra en la OEA que culmina con sanciones y la ruptura de relaciones diplomáticas con Cuba de la mayoría de países latinoamericanos.
Finalmente, el 3 de febrero de 1962 mediante la Orden Ejecutiva Presidencial 3447 del presidente Kennedy se implantó formalmente el “embargo” total del comercio entre Estados Unidos y Cuba. En realidad, fue el inicio formal de un proceso de bloqueo económico, comercial, financiero y diplomático que se comenzó a gestar desde el mismo triunfo de la Revolución Cubana.
En julio de 1963 entró en vigor el Reglamento para el control de los activos cubanos prohibiendo todas las transacciones con Cuba y congelando los valores del Estado cubano dentro de Estados Unidos. En mayo de 1964 el Departamento de Comercio norteamericano implanta la prohibición total de embarques de alimentos y medicinas a Cuba, aunque en la práctica éstas ya no se efectuaban.
Más de seis décadas después de implantado el bloqueo han pasado ya 13 administraciones por el gobierno de Estados Unidos y la comunidad internacional representada en Naciones Unidas ha condenado en 32 ocasiones, de manera casi unánime, este inhumano y cruel entramado de leyes, decretos y medidas extraterritoriales que no respetaron, siquiera, la pandemia mundial de la Covid-19. Frente a ello, Cuba revolucionaria ha resistido, resiste y resistirá numerosas presiones, sanciones, amenazas y agresiones, segura de su victoria final hasta consolidar una Patria libre, soberana, independiente, próspera y sostenible.