Fructuoso Rodríguez, un ejemplo de combatiente revolucionario

Fructuoso Rodríguez

De estatura un poco más alta que lo normal, simpático y bromista, amante del béisbol, con unos puños de acero que lo hicieron famoso en sus enfrentamientos con la policía batistiana, Fructuoso, como era conocido entre los estudiantes universitarios, llegó a ser el segundo dirigente nacional del movimiento estudiantil revolucionario después de José Antonio Echeverría.
Fructuoso Rodríguez Pérez podría haber cumplido 91 años este 3 de mayo si no hubiera sido asesinado hace 67 años por los sicarios de la dictadura batistiana al sorprenderlos un 20 de abril de 1957, producto de una delación, a pocos días de cumplir 24 años en el apartamento número 7 de la habanera calle de Humboldt.
Nació el 3 de mayo de 1933 en Santo Domingo, entonces poblado de la provincia de Las Villas y hoy ciudad de la provincia de Villa Clara., donde cursó sus primeros estudios. Su familia se trasladó a La Habana en busca de mejores oportunidades y Fructuoso inició sus estudios de bachillerato en el Instituto del Vedado, donde rápidamente se convirtió en líder estudiantil contra el gobierno de Carlos Prío y fue expulsado por orden del entonces ministro de Educación.
Pudo terminar su bachillerato luego y a los 18 años, en 1951, ingresó en la Universidad de La Habana para cursar estudios de Agronomía. Por su reconocido aval de dirigente estudiantil fue presentada, ese mismo año, su candidatura a la presidencia de la Asociación de Estudiantes, aunque no fue elegido debido a su reciente ingreso.
En la colina universitaria encabezó protestas contra el golpe de Estado de Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952 y desde ese día estuvo en primera fila, dispuesto a empuñar las armas para defender la legalidad en Cuba. Ya en octubre de 1952, la revista Bohemia destacaba a Fructuoso como un dirigente universitario con una actitud abiertamente opuesta al régimen.
El 10 de enero de 1953, cuando los estudiantes revolucionarios colocaron el busto de Mella frente a la escalinata, se pudo ver a Fructuoso entre los jóvenes que asistieron al acto. El 13 de abril la policía lo acusó de comunista.
Participó junto a José Antonio Echeverría en todas las batallas contra la dictadura batistiana, y ambos fueron brutalmente golpeados por la policía en una demostración en los carnavales de La Habana. Fructuoso resultó herido de gravedad el 8 de mayo de 1955 en Matanzas, en el aniversario de la caída de Antonio Guiteras. También el 2 de diciembre de ese mismo año, igualmente en la manifestación estudiantil violentamente reprimida en Infanta y San Lázaro; y otra vez fue herido en su natal Santo Domingo, en la huelga azucarera.
En enero de 1955, junto a José Antonio Echeverría y otros internacionalistas cubanos, participó como combatiente en la guerra de Costa Rica contra la agresión del dictador nicaragüense Anastasio Somoza.
En la campaña para las elecciones de la FEU realizó un intenso trabajo de captación hacia la política revolucionaria que impulsaban él y Echeverría. El estudiantado constituía entonces un conglomerado heterogéneo. El movimiento estudiantil revolucionario tenía dos fundamentos definitorios en su programa: la línea insurreccional y el carácter unitario. Esto conformó la propuesta que llevó a la fundación del Directorio Revolucionario en 1955.
Fructuoso no sólo atendía los aspectos políticos, también los culturales y los propios de su carrera universitaria en lo cual se destacó a inicios de 1956 en la organización del III Foro Nacional Azucarero, donde se debatió la complicada situación del sector, por las políticas del régimen dictatorial y la evidente subordinación a los intereses imperialistas de Estados Unidos.
Contrajo matrimonio el 27 de julio de 1956 con la estudiante de Farmacia, Marta Jiménez, relación con la que enfrentó las difíciles condiciones de la clandestinidad revolucionaria.
Junto al presidente de la FEU, esperó a Fidel Castro en la terminal de ferrocarriles habanera en mayo de 1955, cuando se produjo la amnistía de los asaltantes a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes. Se reunió nuevamente con el máximo dirigente del Movimiento 26 de Julio antes de su partida para México y en octubre de 1956 viajó a ese país con Faure Chomón y Joe Westbrook, para junto a José Antonio, efectuar la última reunión de coordinación para el inicio de la guerra revolucionaria.
Fructuoso fue uno de los jóvenes que acompañaron a José Antonio Echeverría el 13 de marzo de 1957 en los asaltos a Radio Reloj y al Palacio Presidencial. Luego de su muerte, los sobrevivientes del Directorio Revolucionario eligen a Fructuoso como Secretario General de esa organización y Presidente de la FEU, y sin refugios ni casas seguras, reestructuran la dirigencia de la organización y toman dos acuerdos trascendentales: no escapar de la muerte por la vía del exilio y restablecer la capacidad de combate del Directorio, para contraatacar en el menor tiempo posible. Llaman entonces al paro universitario indefinido y a los demás centros estudiantiles del país a sumarse al paro. 
En carta a los profesores Fructuoso escribe: ”¿qué es lo que hace más grande a nuestra Universidad, los que siguen el ejemplo de José Antonio Echeverría o los 500 certificados de alumnos que se marchan presurosos a otras latitudes, egoístas y poco generosos con la Patria y con la Humanidad? Lo que importa es la Universidad que de veras sea una promesa de esperanza para su pueblo”.
Por una delación, cae mortalmente herido en combate el 20 de abril de 1957 junto a otros compañeros de lucha en un apartamento de la calle Humboldt 7 en la capital cubana. Cuando Fructuoso fue asesinado, su mujer estaba en espera de su hijo y se conserva la impresionante foto de la manifestación del sepelio, que Marta encabezó sosteniendo el ataúd de su compañero de vida y luchas.
 

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