
Tres meses después de sembrar en el corazón del pueblo revolucionario cubano la consigna de ¡Patria o Muerte! el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en el sepelio de las víctimas del criminal sabotaje al vapor francés La Coubre el 7 de junio de 1960, la completó con la de ¡Venceremos!
El mes anterior, el 9 de marzo de ese mismo año el pueblo enardecido ante los féretros de las víctimas del sabotaje orquestado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos juró junto con su máximo líder la defensa de la Revolución al riesgo, incluso, de su propia vida.
Pero la consigna que ha sido inseparable en todos los años de Revolución estaba incompleta, y la convicción profunda de que ¡Venceremos! fue desde el propio junio de 1960 su inseparable complemento.
Y para ser más simbólica, fue en la clausura del primer congreso revolucionario de la Federación Nacional de Trabajadores de Barberías y Peluquerías, en el teatro de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) repleto de dirigentes sindicales, cuando Fidel Castro proclamó por primera vez la consigna ¡Venceremos!
“Nosotros a la larga seremos vencedores. ¡Nosotros a la larga, seremos vencedores en cualquier circunstancia, lo mismo frente a la agresión económica que frente a la agresión militar! Nosotros a la larga seremos vencedores, y con nuestra victoria puede ser que los pueblos hermanos de América Latina también despierten. Y esos pueblos, tarde o temprano, seguirán el camino de Cuba. Y no en vano la admiración que sienten por nuestro pueblo, porque nuestro pueblo no los defraudará. Cuba no se desteñirá, Cuba sabrá estar a la altura de las circunstancias, y, en cualquier circunstancia, la lucha de Cuba ayudará a la liberación de los pueblos de América Latina; aunque traten de ponernos un cordón sanitario, venciendo económicamente ante las agresiones de ese orden, o venciendo militarmente ante las agresiones militares, el ejemplo de Cuba será el ejemplo que seguirán los pueblos hermanos de América Latina, más tarde o más temprano”, proclamó Fidel el 7 de junio de 1960.
“De todas formas, agregó nuestro Comandante en Jefe, la Revolución Cubana —como decíamos el 1ro de Mayo— es una realidad en la historia del mundo, de esas realidades que, mal que les pese a los que no se resignan a ellas, será una realidad que no podrá borrarse. Nosotros somos hoy la primera trinchera de América. Las masas humildes de todos los pueblos de este continente miran hacia Cuba, llenas de esperanza, y no vacilan en afirmar —sin vacilación alguna— que Cuba es su ejemplo, que del triunfo de Cuba depende su triunfo. Y ese es el papel que los cubanos estamos desempeñando en la primera trinchera de América, ¡y esa trinchera la sabremos defender! ¡Esa trinchera no la tomarán jamás los enemigos de nuestras nacionalidades y de nuestros hermanos de América Latina! ¡Esa trinchera se mantendrá firme e invencible!, porque los que estamos en ella, los que tenemos el privilegio de estar en esa trinchera, no la perderemos; los que tenemos el privilegio de jugar este rol que Cuba está jugando en la historia de este continente, sabremos estar a la altura de las circunstancias, con la seguridad de que venceremos, vencerá nuestro pueblo; ¡cueste lo que cueste, vencerá nuestro pueblo! Porque sus hijos están decididos a defenderlo, porque sus hijos tienen el valor, el patriotismo y la unión que en una hora como esta se necesita, porque sus hijos han dicho: ¡Patria o Muerte! Y han dicho ¡Patria o Muerte!, porque esa es la consigna de cada cubano. Para cada uno de nosotros, individualmente, la consigna es: ¡Patria o Muerte!, pero para el pueblo, que a la larga saldrá victorioso, la consigna es: ¡Venceremos!”
Desde entonces, en estos 60 años de luchas revolucionarias siempre frente al mismo enemigo y sus aliados internos y externos, la convicción de que ¡Venceremos! ha acompañado a los combatientes cubanos en sus combates y guiado a nuestro pueblo ¡Hasta la victoria siempre!, como nos anticipara nuestro inolvidable comandante Ernesto Che Guevara.