El Libertador de América, Simón Bolívar, a 192 años de su muerte

Bolivar

Simón Bolívar es una de las figuras cimeras de la historia latinoamericana, conocido como El Libertador por sus acciones como militar, estratega, estadista y político al liderar las luchas independentistas contra la metrópoli española y liberar las capitanías de Venezuela, Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia.
Nacido en Caracas un 24 de julio de 1783 de familia rica de origen vasco, Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios pasaría a la historia como Simón Bolívar. Quedó huérfano de padre a los tres años y de madre a los nueve, fue prematuramente viudo, y luego de liberar cinco países fue traicionado y murió en el destierro, enfermo y pobre, a los 47 años un 17 de diciembre de 1830, hace 192 años.
José Martí advertía, a 65 años de la muerte de Bolívar, que lo que no había hecho El Libertador en este continente estaba por hacerse todavía, al referirse entonces a que América no era lo que el venezolano había soñado y la desigualdad y miseria de la región ofendía la libertad por la que tanto se luchó.
Bolívar sobresalió entre sus contemporáneos por sus talentos, su inteligencia, su voluntad y abnegación, cualidades que puso íntegramente al servicio de libertar y organizar para la vida civil a muchas naciones que hoy ven en él a un Padre. Sus restos mortales, reposan hoy en el Panteón Nacional Venezolano.
Entre sus características personales señalaban conocidos que bailaba con destreza, tenía modales finos, autoridad reconocida por todos y una capacidad envidiable para resistir el hambre y la fatiga en sus extraordinarias proezas militares. Para el General José de San Martín era “el hombre más asombroso que haya producido América del Sur”.
Luego de su regreso muy joven tras varios años en Europa y varios intentos conspirativos, el empujón que le faltaba para decidirse a entregar su alma y su vida por la idea de la emancipación absoluta de España la halló en la figura de Francisco de Miranda, ideólogo y visionario de la Independencia de América.
Miranda ya había ideado un proyecto para la construcción de una gran nación llamada "Colombia" y Bolívar se nutrió de sus ideas y las reformuló a lo largo de una campaña que duraría 20 años hasta convertirla en realidad.
En 1812 Bolívar se incorpora al Ejército, y con el grado de coronel contribuye, bajo las órdenes de Miranda, al sometimiento de Valencia. En 1812, a pesar de grandes esfuerzos, no logra evitar que la plaza de Puerto Cabello, de la cual era comandante, caiga en poder de las fuerzas realistas por una traición.
A mediados de 1812, el general Miranda capitula ante el jefe español Domingo de Monteverde. En el puerto de La Guaira un grupo de oficiales jóvenes arrestan al infortunado precursor, y Bolívar logra salvarse gracias a la hidalguía de un amigo suyo, don Francisco Iturbe, quien obtiene un pasaporte para él.
Se traslada a Curazao, y luego a Cartagena de Indias, donde redacta y publica su "Memoria dirigida a los ciudadanos de la Nueva Granada por un caraqueño", uno de sus escritos fundamentales, donde expone su credo político y los principios que habrán de guiar su acción en los años futuros.
A la cabeza de un pequeño ejército, Bolívar toma en febrero de 1813 la Villa de Cúcuta, e inicia en mayo la liberación de Venezuela con combates y hábiles maniobras que en tres meses le condujeron vencedor desde la frontera del Táchira hasta Caracas, a donde entró el 6 de agosto, en lo que se conoce el nombre de Campaña Admirable.
Se inicia entonces una historia de combates incluidos en la historia de las grandes campañas militares, proezas increíbles como atravesar los nevados Andes al frente de sus tropas mal calzadas y poco abrigadas, de exilios y traiciones, de regreso siempre para continuar la lucha, no sólo contra los españoles sino contra la anarquía que había penetrado su propio campo.
Seguidores del ejemplo y los sueños de Bolívar y Martí, Fidel Castro y Hugo Chávez hicieron nacer una nueva esperanza para América Latina, al germinar las ideas de El Libertador en otros sueños integracionistas, con alianzas de los pueblos que buscan hacer realidad en estas tierras la aspiración bolivariana de hacerla la “más dichosa y bella de la humanidad”.

 

 

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