
El Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo se conmemorará este 28 de abril y explorará el tema de un entorno de trabajo seguro y saludable como principio y derecho humano fundamental.
En junio de 2022, la Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) decidió incluir "un entorno de trabajo seguro y saludable" en el marco de los principios y derechos fundamentales en el trabajo en todos los países, y la seguridad y salud de los trabajadores fueron declarados convenios fundamentales.
A raíz de esta decisión, todos los Estados miembros, aunque no hayan ratificado los convenios en cuestión, tienen la obligación por el hecho mismo de su pertenencia a la Organización, de respetar, promover y realizar, de buena fe y de conformidad con la Constitución de la OIT, los principios relativos a los derechos fundamentales que son objeto de dichos convenios.
La Declaración incluye para los países miembros la obligación de respetar la libertad sindical y el reconocimiento efectivo del derecho de negociación colectiva; la eliminación de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio; la abolición efectiva del trabajo infantil; la eliminación de la discriminación en materia de empleo y ocupación; y la creación de un entorno de trabajo seguro y saludable.
El Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo nace como una campaña internacional anual de sensibilización para promover el trabajo seguro, saludable y decente, haciendo hincapié en la prevención de accidentes y enfermedades en el trabajo y aprovechar sus puntos fuertes tradicionales de diálogo social.
El objetivo principal de esta campaña es centrar la atención internacional en la magnitud del problema y en cómo se crea y promueve la cultura de seguridad y salud que puede ayudar a reducir el número de muertes y lesiones relacionadas con el trabajo. El 28 de abril es también el Día Internacional en Memoria de los Trabajadores Fallecidos y Heridos, organizado en todo el mundo por el movimiento sindical desde 1996.
Este día se discuten los desafíos globales actuales y el nuevo contexto de la práctica de la seguridad y salud ocupacional. Destaca el avance tecnológico, los riesgos emergentes en el lugar de trabajo y los cambios en los patrones de empleo y composición de la fuerza laboral, junto con la necesidad de nuevos enfoques preventivos para hacer frente a los nuevos desafíos.
“Cada uno de nosotros es responsable de detener las muertes y lesiones en el trabajo. Los gobiernos son responsables de proporcionar la infraestructura --leyes y servicios-- necesaria para garantizar que los trabajadores sigan siendo empleables y que las empresas prosperen”.
Esto incluye el desarrollo de una política nacional, un programa nacional y un sistema de inspección para hacer cumplir la ley. Los empleadores son responsables de garantizar que el entorno de trabajo sea seguro y saludable. Los trabajadores son responsables de trabajar con seguridad, protegerse a sí mismos, no poner en peligro a los demás y tomar las debidas medidas preventivas.
Para poner en práctica esta política se firmó internacionalmente el Convenio número 155 que establece “la obligación para todos los países miembros de realizar consultas con las organizaciones más representativas de empleadores y de trabajadores interesadas para asegurar la aplicación de las leyes y de los reglamentos relativos a la seguridad, la higiene y el medio ambiente de trabajo por un sistema de inspección apropiado y suficiente y que prevea sanciones adecuadas en caso de infracción de las leyes o reglamentos al respecto”.
Igualmente establece orientar a los empleadores y a los trabajadores con objeto de ayudarles a cumplir con sus obligaciones legales, velar porque quienes diseñan, fabrican, importan, suministran o utilicen cualquier maquinaria, equipos o sustancias de manera profesional faciliten información sobre la utilización correcta y se aseguren, en la medida en que sea razonable y factible, de que la maquinaria, los equipos o las sustancias en cuestión no impliquen ningún peligro para la seguridad y la salud de las personas que hagan uso correcto de ellos.
Para ello, precisan sus resoluciones, se deberá atender a todo trabajador que juzgue necesario interrumpir una situación de trabajo por creer, por motivos razonables, que ésta entraña un peligro inminente y grave para su vida o su salud, de consecuencias injustificadas, de conformidad con la práctica y las condiciones nacionales, y promover la inclusión de las medidas de seguridad, higiene y medio ambiente de trabajo en todos los niveles de la enseñanza y de formación, incluidos los de la enseñanza superior técnica, médica y profesional.
Igualmente, se plantea la necesidad de garantizar en todos los países la existencia y utilización del equipo técnico de seguridad utilizado en el trabajo, y la aplicación de los procedimientos definidos por las autoridades competentes
La expresión “cultura nacional de prevención en materia de seguridad y salud” se refiere a una cultura en la que el derecho a un medio ambiente de trabajo seguro y saludable se respete en todos los niveles, en la que el Gobierno, los empleadores y los trabajadores participen activamente en iniciativas destinadas a asegurar un medio ambiente de trabajo seguro y saludable, mediante un sistema de derechos, responsabilidades y deberes bien definidos, y en la que se concede la máxima prioridad al principio de la prevención.