
Las nuevas generaciones identifican el 20 de octubre como el Día de la Cultura Cubana, pero no siempre fue así.
Correspondió al entonces ministro de Cultura, Dr. Armando Hart Dávalos la iniciativa de crear esa fecha que, tras profundos estudios y consultas con numerosos historiadores y destacados intelectuales fue aprobada por el Consejo de Ministros el 22 de agosto de 1980 en su Decreto número 74.
Desde los primeros años tras la creación del Ministerio de Cultura, en la segunda mitad de los años 70, el ministro Hart encomendó a personalidades culturales de reconocido renombre, estudiar, proponer y fundamentar la fecha apropiada para declararla como el Día de la Cultura en Cuba.
La conclusión de ese proceso fue que ninguna fecha representaría mejor el nacimiento de una nación rebelde y de su identidad que la fecha en que se entonó por primera vez el Himno de Bayamo, que sería después el Himno Nacional, con letra escrita por Pedro (Perucho) Figueredo sobre la montura de su caballo un 20 de octubre de 1868, hace ya 155 años.
La fecha fue instituida en conmemoración de uno de los acontecimientos más relevantes que atesora la historia patria, la entonación de La Bayamesa, como se le llamó por el pueblo, cuando tropas mambisas al mando de Carlos Manuel de Céspedes liberaron a la ciudad de Bayamo y sus habitantes decidieron quemarla para que no cayera en manos de los colonialistas españoles.
El repique de la campana de la hacienda La Demajagua, el 10 de octubre de 1868, diez días antes, marcó el inicio de la Revolución, y fue el día 20 en que, como expresión del carácter profundamente revolucionario de la gesta que germinaba, se llamaba al combate permanente y se exaltaba el sentimiento patrio, mediante el himno de guerra y de victoria que, copiado de mano en mano, se cantó por todo el pueblo congregado en ese momento.
La historia del Himno Nacional cubano se remonta al 13 de agosto de 1867 cuando, a Perucho Figueredo se le propone en su propia casa componer "nuestra Marsellesa". En la madrugada del otro día, el compositor y combatiente creaba la melodía. El 8 de mayo de 1868, Figueredo le solicita al músico Manuel Muñoz Cedeño la orquestación de la marcha y un mes después se toca en la Iglesia Mayor de Bayamo, pero no fue hasta pasado unos 14 meses de creada la música en que se escribe la letra.
A partir de aquel 20 de octubre de 1868, las combativas notas del Himno de Bayamo presidieron todos los actos del movimiento independentista cubano, y pasado el tiempo, ha trascendido hasta la actualidad como símbolo de la Patria y expresión concreta del carácter patriótico del pueblo cubano.
El Decreto número 74 del Consejo de Ministros, aprobado en agosto de 1980, reconoce que el Himno Nacional de Cuba, nuestra Bayamesa, es el símbolo en que se entrecruzan el sentimiento de amor a la patria y la decisión de combate, la expresión artística de ese acto cultural por excelencia en que el pueblo afirma y conquista su identidad plena, la guerra libertadora.
Por tanto, decreta instituir el 20 de octubre como "DIA DE LA CULTURA CUBANA" en conmemoración del 20 de octubre de 1868.
La cultura, como componente del género humano, es creadora de valores y de ética. No sólo puede concebirse como una creación artística y literaria, sino como todo lo que tiene que ver con la espiritualidad humana; es a la vez, uno de los modos en los que se expresa el desarrollo y constituye un instrumento de cohesión social.
A partir de esa fecha, se encomendó al Ministerio de Cultura organizar su celebración en todo el país, apoyándose en el naciente sistema de instituciones culturales en todos los municipios, en particular las Casas de Cultura, y organizar cada año su celebración a la altura de la integralidad que esa fecha representa.
La cultura como componente del género humano es creadora de valores y de ética. No sólo puede concebirse como una creación artística y literaria, sino como todo lo que tiene que ver con la espiritualidad humana; es a la vez, uno de los modos en los que se expresa el desarrollo y constituye un instrumento de cohesión social.
Con esa concepción integral, los cubanos celebramos el Día de la Cultura como una reafirmación de nuestra soberanía, identidad nacional, y del rumbo de la Revolución Cubana hacia el objetivo de consolidar a nuestro país como una nación próspera, sostenible, independiente, soberana, donde brille al sol de cada día el machete de los mambises y se escuchen siempre las notas de La Bayamesa.