Cuba muestra sus avances en el Día Mundial de Lucha Contra el SIDA

Lucha vs el VIH

El 1 de diciembre de cada año se conmemora el Día Mundial de Lucha Contra el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), propuesto y adoptado por unanimidad en la Cumbre Mundial de Ministros de Salud celebrada en Londres en 1988 a la cual asistieron representantes de 140 países.
Desde hace 37 años este día se dedica a dar a conocer los avances contra la pandemia causada por la extensión de la infección con el virus VIH, el cual daña el sistema inmunitario al destruir un tipo de glóbulo blanco que ayuda al cuerpo a combatir las infecciones.
Cuba ha concebido el abordaje a la respuesta al VIH con un enfoque de Salud Pública, insertado en la Atención Primaria, centrado en las personas, y con participación intersectorial y de las poblaciones claves, atendiendo a las necesidades propias de cada grupo.
En Cuba la mortalidad relacionada con el SIDA disminuye progresivamente y la incidencia de esta enfermedad muestra una tendencia a la estabilización. Uno de los indicadores positivos, es que las personas menores de 15 años no están prácticamente afectadas por esta epidemia, y en 2015 la Organización Mundial de la Salud otorgó al país la condición de primero del mundo en eliminar la transmisión madre a hijo del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y la sífilis.
El SIDA fue descubierto en 1981 y el VIH, su causa, en 1983. A partir de entonces la lucha contra esa afección ha abarcado dos espacios principales: la investigación médica y la discriminación y prejuicios sociales contra quienes lo padecen.
El VIH es un lentivirus, género de la familia retrovirus, descubierto y considerado como el agente de la epidemia de SIDA por el equipo del científico Luc Montagnier en Francia en 1983. El VIH causa la infección que, como promedio, en 10 años en países desarrollados o en cinco años en países con deficiente salud pública, provoca el desarrollo del SIDA. Ésta es una enfermedad que progresa hacia el fallo del sistema inmune, lo que permite que se desarrollen infecciones oportunistas y cánceres potencialmente mortales.
Sin tratamiento, se estima que el promedio de supervivencia después de la infección de VIH/SIDA es de nueve a 11 años, y ésta ocurre únicamente a través de los siguientes fluidos de las personas infectadas: sangre, semen, flujo vaginal, líquido preseminal y leche de lactancia. 
Su forma de transmisión más común es a través de relaciones sexuales sin protección con una persona con VIH. También se adquiere compartiendo agujas para el consumo de drogas, a través del contacto con la sangre de una persona con VIH, y de madre a bebé durante el embarazo, parto o lactancia
Si no se trata, eventualmente el virus debilitará el sistema inmunitario y la infección avanzará a SIDA, que es la última etapa de la infección por VIH. Con el SIDA el sistema inmunitario estará gravemente dañado y puede contraer infecciones cada vez más graves, conocidas como infecciones oportunistas.
Aunque no existe cura para la infección por VIH, se puede tratar con medicamentos que se conocen como terapia antirretroviral. Éstos pueden volver la infección una enfermedad crónica manejable, reducen el riesgo de transmitir el virus a otras personas y evitan infecciones y complicaciones secundarias. La mayoría de las personas con VIH viven una vida larga y saludable si reciben y continúan con la terapia antirretroviral, cuentan con el apoyo necesario, llevan un estilo de vida saludable, y reciben atención médica regular, como se hace en Cuba, para ayudarle a disfrutar una mejor calidad de vida y desarrollar una actividad normal en la sociedad.
 

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