Cuba en toda su historia ha combatido el colonialismo y el imperialismo

intervención de Estados Unidos en la Guerra Hispano-cubano-norteamericana

Desde su “descubrimiento” por los españoles en 1492 los cubanos sufrimos los crímenes de la conquista y colonización, en junio de 1762 enfrentamos la invasión de tropas inglesas y toma de La Habana y en 1898 la invasión del naciente imperialismo estadounidense para frustrar el triunfo del Ejército Libertador.
Por su estratégica posición geográfica el archipiélago cubano estuvo siempre en la mira de las potencias que desde épocas tan tempranas se disputaban el mundo. Su ubicación era clave para someter militar y políticamente a la región caribeña, además de constituir uno de los puertos más importantes de las Antillas, y esa razón explica por qué fue una de las naciones que alcanzó su independencia mucho después que otros países de la región.
En la segunda mitad del siglo XVI uno de los más temidos piratas ingleses, Francis Drake, convirtió a La Habana en una ruta obligatoria de sus fechorías en el Caribe. Durante los años 1565 y 1595, Drake, apodado El Dragón y convertido luego en Sir por la monarquía inglesa, resultó un azote para las costas cubanas. Su intento de tomar La Habana ocurrió en la primavera de 1586, cuando se presentó frente a La Habana con los primeros buques de su escuadra, integrada en su totalidad por 30 naves de diferentes calados.
Drake venía con el ánimo dispuesto para tomarla, pero estando advertido respecto a la preparación defensiva de la villa, que disponía de más de 900 arcabuceros, llegados algunos hasta de México, se arrepintió de su afán y prefirió seguir de largo en busca de una presa más fácil.
Otro de los famosos piratas que también realizó ataques en tierras cubanas e intentó desembarcar con sus hombres en las costas habaneras fue Henry Morgan, quien a finales de la década de 1660 reunió una flotilla de unas 12 embarcaciones y 700 hombres, casi todos ingleses y franceses, con los que merodeó frente a La Habana, desembarcó posteriormente en Santa María y tomo finalmente la villa de Puerto Príncipe, la cual saqueó e impuso un tributo de 500 vacas y sal para no quemar la población, regresando luego a Jamaica.
Durante la Guerra de la Oreja de Jenkins, entre 1739 y 1741, se enfrentaron ingleses y españoles en el Caribe. Una escuadra del vicealmirante inglés Edward Vernon apareció, en 1739, frente al poblado habanero de Guanabo y al año siguiente frente al Puerto de La Habana, antes de apoderarse de la bahía de Guantánamo en 1741. 
Durante la denominada Guerra de los Siete Años (1756-1763) se enfrentaron dos coaliciones europeas, por un lado, las fuerzas hispano-francesas y países aliados, mientras por el otro estaban el poderoso ejército inglés y sus aliados. 
Una de las muchas causas de este conflicto, además del tradicional enfrentamiento entre ingleses y franceses, fue el control del comercio en las Antillas y el monopolio de la trata de esclavos, ambos en manos británicas
Es entonces, el 6 de junio de 1762, cuando una reforzada escuadra británica se posiciona frente a La Habana sorprendiendo a las autoridades españolas, que no reaccionaron a tiempo para sacar de esa bahía a 14 buques de guerra anclados allí que eran la quinta parte de todas las fuerzas navales de España.
El gobernador español de la Isla, Juan del Prado Portocarrero, reforzó la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña, envió tropas a Cojimar, puso en pie de guerra a todos los pobladores, y para impedir que penetraran buques enemigos cerró la entrada del puerto con cadenas y hundió en ella tres de las mejores embarcaciones de guerra española, con lo cual inutilizó totalmente la flota.
Uno de los objetivos que buscaban los ingleses al tomar la ciudad de La Habana era acabar pronto la guerra contra la alianza hispano-francesa, pues cuando La Habana estuviese en su poder tendrían el centro del comercio y de la navegación de las Indias españolas, lo que les permitiría interceptar todo el envío de materiales y refuerzos que fuesen enviados desde la Península Ibérica hacia las colonias caribeñas y americanas y así las fuerzas hispanas tendrían que sentarse en la mesa de negociaciones para firmar la paz sino estarían en peligro de perder sus posiciones en la región.
La Toma de La Habana fue una jugosa victoria para las fuerzas británicas. En ella le destruyeron una escuadra entera a España. Significó la pérdida de un puerto que dominaba el camino hacia el Golfo de México y un extenso territorio. Además, los ingleses conquistaron una inmensa cantidad de artillería, armas portátiles, municiones, pertrechos, más de unos tres millones de libras esterlinas en plata, tabaco y otras mercancías contenidas en los almacenes de la Habana.
Uno de los milicianos criollos que se hizo famoso por su valentía frente a la ocupación británica fue el regidor de la villa de Guanabacoa José Antonio Gómez de Bullones, más conocido como Pepe Antonio, quien el 7 de junio, un día después del desembarco enemigo, organizó una partida de 70 hombres, para enfrentar a los invasores. El enfrentamiento se convirtió en la primera carga al machete realizada en tierras cubanas, un siglo antes de que esta acción se hiciese famosa en las manos de Máximo Gómez y Antonio Maceo. Según algunos investigadores, en mes y medio de lucha ocasionó más de 300 bajas a los ingleses y les tomó más de 200 prisioneros, siendo destituido por un inepto y soberbio coronel español.
También por la heroica defensa que hizo Pepe Antonio, desde tan remota fecha quedó en el habla popular esa frase de hacer las cosas “de a Pepe”, o lo que es lo mismo, por la fuerza y preguntar al cuestionar a alguien su fidelidad “¿Tú no estarás trabajando para el inglés?”
El y fallecido Doctor Eusebio Leal Spengler, Historiador de La Habana, durante la conmemoración del 250 aniversario de este hecho dijo “estamos conmemorando dos meses de resistencia de la ciudad, de resistencia con la escasez de agua, de resistencia con fuego sobre la ciudad, de resistencia con organización popular (…) Ahí en esa defensa se dan una serie de circunstancias que enraízan el concepto patrio sobre un suelo donde ya la criollez florecía y donde todavía el concepto de Patria abarca no solamente nuestra Isla y nuestro archipiélago, sino la patria española que era también en ese momento, a esa distancia y en el tiempo, la nuestra”. Se calcula que sobre la urbe y sus defensas cayeron hasta 3.070 bombas y granadas. La ocupación de La Habana por los ingleses duró 11 meses, hasta el 6 de julio de 1763 cuando los británicos la devolvieron a los españoles a cambio de La Florida.
Muchos años después el gobierno del naciente imperialismo en Estados Unidos siguió esas huellas al intervenir el 28 de abril de 1898 en la guerra que ya tenían casi ganada las tropas mambisas por lograr la independencia de España, ocupar el país y concederle una independencia maniatada el 1902.
El destino manifiesto de Cuba, anticipados por el Héroe Nacional José Martí y el Comandante en Jefe Fidel Castro en diferentes momentos, es luchar toda la vida contra el colonialismo y el imperialismo hasta lograr la verdadera y definitiva independencia, soberanía y prosperidad a la cual su pueblo tiene pleno derecho.

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