Constitución del Partido Socialista de Cuba hace 118 años

Constitución del Partido Socialista de Cuba

El 13 de noviembre de 1906, hace 118 años, fue constituido el Partido Socialista de Cuba, primero del país de tendencia marxista, nacido de la unión del Partido Obrero Socialista y de la Agrupación Socialista Internacional, y para rescatar los principios del Partido Revolucionario Cubano (PRC) creado por José Martí.
Los dirigentes obreros Carlos Baliño, un ejemplo insuperable de luchador honesto y digno contra todas las formas de la esclavitud humana y fundador años después del primer Partido Comunista de Cuba, junto a Agustín Martín Veloz (Martinillo), ambos colaboradores de Martí en la creación del PRC, fueron las figuras centrales de la nueva organización y quienes denunciaron la traición a la obra del Apóstol del primer presidente de la República, Tomas Estrada Palma, y otros gobernantes de la época.
El contexto en que se fundó el Partido Socialista de Cuba no pudo ser más desfavorable para aquel reducido grupo de luchadores sociales que lo fundaron exactamente un mes después de que comenzara, el 13 de octubre de 1906, la segunda intervención norteamericana, solicitada por el primer presidente Tomás Estrada Palma cuando no pudo concretar sus planes reeleccionistas y que duro hasta 1909.
En esa época, principio de la República mediatizada, el proletariado cubano estaba organizado fundamentalmente en gremios y la situación desesperada de los obreros los llevaba constantemente a huelgas en distintos sectores, lo que evidenciaba el descontento reinante y la desunión porque no se alcanzaban las reivindicaciones por las que se luchaba. El proletariado sufría una explotación despiadada, los salarios eran muy bajos, muchas veces los patronos pagaban con moneda española cuyo valor era inferior a la norteamericana y las jornadas laborales eran excesivamente largas.
Los dependientes de las tiendas y otros negocios eran obligados por los dueños a abrir las puertas apenas amanecía, permanecer activos hasta las 10 u 11 de la noche y trabajar aún en los días festivos. Los portuarios, los tabacaleros, los constructores y trabajadores de otros sectores se veían obligados a laborar durante 12 y 14 horas diarias.
La huelga de los aprendices en el sector tabacalero fue reprimida violentamente por la policía de La Habana el 24 de noviembre de 1906 con un saldo de cinco muertos, 114 heridos y 80 prisioneros, por lo cual el entonces presidente de Cuba Tomás Estrada Palma fue felicitado por los dueños de empresa y el embajador norteamericano en la isla por su “valiente proceder contra los huelguistas”.
El fracaso de esta huelga hizo comprender al incipiente proletariado cubano que la minoría gobernante representaba los intereses de los explotadores, lo que evidenciaba la falta de unidad de las fuerzas progresistas, la inexistencia de una sólida organización y la carencia de una clara conciencia política.
El Partido Socialista, según proclamó su manifiesto constitutivo, era un partido organizado por trabajadores y para los trabajadores, con una aspiración común, enseñar a la clase obrera su papel protagónico en la lucha por la revolución social. 
“Sin embargo, este intento de partido marxista en la Isla no se diluyó en los avatares de la época y en 1925, Carlos Baliño, seguido por una nueva generación de cubanos representados por Julio Antonio Mella, fundó el primer Partido Comunista de Cuba”, reseña la historiografía nacional.
El Partido Comunista fue legalizado en 1938, durante el gobierno de Federico Laredo Bru con el apoyo del entonces jefe del ejército Fulgencio Batista, quien tomo el poder con un golpe de estado el 10 de marzo de 1952, y desató una feroz represión contra las fuerzas progresistas.  Enfrentado por Fidel Castro Ruz al frente de un grupo de audaces jóvenes revolucionarios durante el asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953, y posteriormente en la lucha del Ejército Rebelde hasta la derrota de su tiranía el 1 de enero de 1959
En la etapa insurreccional, tres fuerzas políticas se destacaron por su posición de principios en el enfrentamiento a la tiranía batistiana: el Movimiento 26 de julio, el Directorio Revolucionario 13 de marzo y el Partido Socialista Popular.
Cuando el 3 de octubre de 1965 surge el nuevo Partido Comunista de Cuba (PCC), muchos de los militantes del antiguo Partido Socialista Popular (PSP) integran el nuevo Comité Central (de 114 miembros), el Buró Político y el Secretariado, ocupando importantes cargos y/o puestos dentro de la dirección política, administrativa, sindical y de organizaciones de masas del pueblo cubano, convirtiéndose muchos de ellos en figuras claves de la nueva dirección del país y del nuevo PCC, como Blas Roca, Carlos Rafael Rodríguez, Lázaro Peña, Juan Marinello Vidaurreta, Zoilo Marinello, Flavio Bravo Pardo, Ursinio Rojas, Juan Taquechel, Severo Aguirre del Cristo, Agapito Figueroa, y muchos otros.
“Carlos Baliño simboliza el enlace directo entre el Partido Revolucionario de José Martí, y el primer Partido Comunista de Cuba. Él fue cofundador de ambos partidos. Ya Martí en la época de la independencia había tenido la luminosa idea, idea que después en otro país y en otras circunstancias históricas había desarrollado también Lenin”, afirmó el máximo líder de la Revolución.
El llamado a la unidad del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, que dio origen al PCC y fue vital para el triunfo revolucionario se mantiene vigente hoy, cuando el pueblo cubano se enfrenta al feroz bloqueo del imperialismo norteamericano y sus aliados europeos, y resiste heroicamente duros embates de la naturaleza.

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