
El fin de 1958 fue de violentos combates que aceleraron la derrota de la tiranía batistiana y el triunfo de la Revolución al mando del Comandante Fidel Castro. La toma de Yaguajay y la rendición de Santa Clara fueron importantes victorias de los rebeldes comandados por Camilo Cienfuegos y Ernesto Che Guevara.
El 20 de diciembre, por orden de Camilo, es atacada la guarnición de Mayajigua, aniquilándose una escuadra enemiga que salió del cuartel hacia el aeropuerto, los soldados huyeron hacia Yaguajay y el pueblo quedó en manos de los rebeldes. Las sucesivas derrotas del ejército de la tiranía en pequeños poblados proyectaron la ofensiva rebelde hacia Yaguajay, importante objetivo militar en la ruta invasora de la Columna Dos “Antonio Maceo” a Occidente y el cual ofrecería una resistencia tenaz. Inmediatamente después de la toma de Mayajigua, el llamado luego Héroe de Yaguajay, comenzó el cerco a esa ciudad ubicada en la zona norte de Las Villas.
En la mañana del 21 de diciembre y, a partir de la noche del siguiente día, se inició el tiroteo a las posiciones enemigas. El Hotel y el Ayuntamiento de Yaguajay resultaban difíciles de cercar, pues desde su planta alta los soldados dominaban sin dificultad todos los accesos, también situaron avanzadas en las calles de entrada a esos puntos y un jeep recorría constantemente los alrededores. El resto de los soldados, calculados en 280 efectivos, estaban ubicados en el cuartel, un kilómetro al norte de la ciudad.
El día 23 el Che visita el teatro de operaciones de Yaguajay y coincide con Camilo en lo difícil de la toma del cuartel si el enemigo se empeñaba en defenderlo. En la madrugada del 24 el Ejército Rebelde arreció el fuego y tomó el hotel en un fuerte combate que dejó numerosas bajas a las dos fuerzas. El 25 de diciembre el Che visita nuevamente Yaguajay y recomienda a Camilo, no apresurarse en tomar el cuartel por asalto para evitar la pérdida innecesaria de hombres y le dice que él pensaba dominar la situación en Santa Clara para que Camilo actuara con menos apuro, pues lo previsto era que éste apoyara al Che en la batalla que desarrollaría en aquella ciudad con sólo unos 300 hombres.
El combate en Yaguajay se prolongó hasta el 31 de diciembre, día en que los rebeldes recibieron el refuerzo de un mortero y una bazuca, con los cuales el cuartel fue sometido a un fuerte ataque y aceptó la rendición incondicional.
Simultáneamente, y luego de tres días de violentos combates fuerzas de la columna ocho Ciro Redondo, al mando del comandante Ernesto Che Guevara, toman el 31 la ciudad de Santa Clara, asestando un golpe mortal a la tiranía.
Para la defensa de Santa Clara el Tercer Distrito Militar contaba con más de dos mil efectivos, un pelotón de tanques medianos y otro de tanquetas livianas, y decidió defenderse con la sede del Regimiento como base principal y reforzando otros puntos de resistencia dentro de la ciudad.
Estos puntos fueron la Jefatura de Policía, Palacio del Gobierno Provincial, Gran Hotel, Teatro Martí, la Cárcel y la Audiencia. El escuadrón 31 cubriría las carreteras de Báez y Manicaragua; el llamado cuartel de los Caballitos en la misma Carretera Central; el tren blindado en las lomas del Capiro, con dominio de la carretera de Camajuaní y la Carretera Central hacia La Habana.
El comandante Ernesto Che Guevara, para cerrar la provincia, decidió que el comandante Ramiro Valdés, con los pelotones de los capitanes Armando Acosta Cordero, Olo Pantoja y Eliseo Reyes (San Luis), emprendiera la ofensiva en las salidas de Santa Clara hacia Camagüey, atacara el cuartel de Jatibonico y avanzara hacia el interior del territorio neutralizando a las fuerzas acantonadas en la provincia. Al comandante Víctor Bordón le ordenó ocupar el territorio al oeste de Santa Clara, atacar el puente sobre el río Sagua, el cuartel de Santo Domingo y evitar la entrada de refuerzos desde occidente.
En el mismo sentido, el comandante Faure Chomón, con fuerzas del Directorio, atacaría Trinidad y cerraría el puerto de Casilda. Parte de las fuerzas del comandante Bordón, al mando del capitán Julito Martínez, cortaría la carretera de Cienfuegos-Santa Clara, en el tramo entre Palmira y Cruces. Las fuerzas del Segundo Frente Nacional del Escambray, cuya jefatura solicitó a última hora participar en la ofensiva, debían cerrar la carretera Cumanayagua-Cienfuegos, cercando por el sureste a dicha ciudad portuaria.
El pelotón del capitán Rogelio Acevedo debía explorar los accesos de la urbe, obstruir las calles para dificultar el paso de los tanques y atacar los puntos de resistencia en la Audiencia y la Cárcel Provincial. El capitán Roberto Rodríguez (el Vaquerito), atacaría a la jefatura de Policía y el pelotón del capitán Ramón Pardo Guerra cortaría la línea férrea para descarrilar y atacar el tren blindado.
El capitán Alfonso Zayas con su pelotón atacaría al enemigo atrincherado en el Capiro y con posterioridad los puntos de resistencia situados en el Gobierno Provincial y en el Gran Hotel. El pelotón del capitán Miguel Álvarez combatiría en las calles y más tarde reforzaría a los compañeros del Directorio.
Los pelotones de los tenientes Emerio Reyes y Emilio Carmona combatirían en las calles como refuerzos. Al capitán Pablo Rivalta con su pelotón le tocaba combatir en el barrio Condado, obstaculizar el paso de los tanques y eliminar a los francotiradores apostados en el antiguo teatro Martí, en Tristá y Central.
La aviación enemiga bombardeó y ametralló todo el día 28, pero el 29 las calles se llenaron de barricadas y el 30 se combatía en toda Santa Clara y fueron cayendo en manos rebeldes todos los puntos de resistencia, con la sensible pérdida a último momento de El Vaquerito, jefe del Pelotón Suicida.
El 1 de enero amaneció con Santa Clara en manos del Ejército Rebelde, gracias a la estrategia del Che a quien Fidel llamó “un maestro de la guerra, un artista de la lucha guerrillera”. La tiranía estaba finalmente derrotada.