Armando Mestre, uno de los revolucionarios que marcó el camino

Armando Mestre

Armando Mestre Martínez fue un revolucionario cubano que nació el 20 de mayo de 1927 en la calle Neptuno entre Oquendo y Pasaje Lucena, en el barrio habanero de Cayo Hueso, y siempre estuvo entre los primeros en las luchas por derrocar la dictadura que oprimía su país y construir un mundo mejor.
De familia muy humilde, creció junto a sus padres y hermanos en medio de una situación de hambre y necesidades, por lo cual trabajó desde muy joven como albañil. Por esa época vivía con su familia en el reparto Poey en Arroyo Naranjo, y su padre desempleado se vio obligado a emigrar a los Estados Unidos donde le fue difícil desempeñarse de inmediato en alguno de sus oficios como mecánico, herrero o albañil.
En esa difícil situación familiar Mestre tuvo que interrumpir sus estudios para emplearse a tiempo completo en la construcción donde compartió el oficio de albañil con Juan Almeida Bosque. Como hicieron miles de jóvenes de vanguardia ingresó en la Juventud Ortodoxa en 1949 por el liderazgo de Eduardo Chibás. Al cumplirse el primer aniversario de la muerte de Chibás en agosto de 1852, Mestre concurrió al cementerio de Colón para rendirle tributo y allí coincidió con el joven abogado Fidel Castro y con Abel Santamaría. Solo habían transcurrido cinco meses del golpe de Estado del 10 de marzo y Mestre ya participaba activamente en acciones contrarias al “madrugonazo”, con sus compañeros y amigos del reparto Poey.
Sus actividades revolucionarias comenzarían a ocuparle casi todo el tiempo libre y fue de los primeros seleccionados para participar en el asalto a los cuarteles Moncada en Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo. Por la obligada discreción la única vez que mintió a su madre fue cuando le dijo que tenía que viajar a Matanzas por un trabajo que le habían propuesto, cuando en realidad lo hacía a Santiago de Cuba en un auto con Oscar Alcalde, Juan Almeida, Emilio Albentoza y Moisés Maffut.
La destacada periodista cubana Marta Rojas, participante en el juicio a los asaltantes en Santiago de Cuba, relata así sus recuerdos de Mestre: “llamaba la atención en el juicio del Moncada por su gesto de meditación: el pulgar y el índice sosteniendo su barbilla. Era negro como el ébano, nariz fina, labios regulares, ojos grandes, mirada sostenida, complexión musculosa, mediana estatura y movimientos reposados”.
Al ser interrogado por el fiscal sobre su participación en el asalto al cuartel, su respuesta fue firme y enérgica: ¡Sí, participé! Tuve el honor de que se contara conmigo para pelear, de que se me hablara para integrar el Movimiento 
Compartió prisión Mestre con los moncadistas en Isla de Pinos y luego de la amnistía forzada por las protestas populares participó en la fundación del Movimiento 26 de Julio y organizó células clandestinas por todo el actual municipio Arroyo Naranjo. A la llamada de Fidel Castro, partió hacia México en septiembre de 1956 y se unió a los preparativos para la expedición del yate Granma, en el cual desembarcó en Las Coloradas el 2 de diciembre de 1953.
Combatió hasta el último tiro tras caer en una emboscada en Alegría de Pío el 5 de diciembre de 1956. La sorpresa y la superioridad numérica del enemigo obligó a los expedicionarios a dispersarse. Varios revolucionarios fueron posteriormente prisioneros, asesinados por el ejército y tirados sus cadáveres en la puerta del cementerio de Niquero.
Entre los asesinados allí se encontraba Armando Mestre, quien por su origen como albañil se convertiría en el mártir del sector de la construcción y, a propuesta del Comandante en Jefe Fidel Castro en 1972, cada 5 de diciembre se celebra el Día de los Constructores Cubanos como un eterno homenaje a su memoria.

Compartir:

Añadir nuevo comentario