Aniversario del asalto al Palacio Presidencial y toma de Radio Reloj

13 de marzo

El fragor de fuertes combates dentro del Palacio Presidencial sorprendió a los vecinos el mediodía del 13 de marzo de 1957, cuando una audaz acción del Directorio Revolucionario (DR), dirigido por José Antonio Echeverría, intentó ajusticiar al dictador Fulgencio Batista en su propia madriguera.
A 68 años del audaz asalto al Palacio Presidencial y toma de Radio Reloj los estudiantes universitarios y el pueblo de Cuba recuerdan el heroísmo de los jóvenes que desafiaron al represivo gobierno apoyado por Estados Unidos, y honran a sus mártires renovando sus compromisos con la Revolución.
A finales de agosto de 1956, José Antonio, en nombre de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), suscribió con Fidel Castro la Carta de México, verdadera declaración de guerra de la juventud cubana contra la tiranía.
El propósito de los asaltantes al Palacio era desconcertar al régimen con el ajusticiamiento del dictador, entregar las armas de la guarnición al pueblo convocado por Radio Reloj, y tomar otros puntos como el Cuartel Maestre de la Policía, otras estaciones policíacas y cuarteles hasta dominar la capital. Mediante esta acción en La Habana, los jóvenes se sumaban al combate en apoyo a los guerrilleros que combatían en la Sierra Maestra.
El plan militar inicial contemplaba que un comando de 50 hombres, bajo la jefatura de Carlos Gutiérrez, asaltaría el Palacio Presidencial; otro comando protagonizaría la operación de apoyo y tomarían los edificios que rodean el Palacio y en sus azoteas emplazarían ametralladoras para barrer con su fuego la azotea de la madriguera del dictador; un tercer comando tomaría Radio Reloj para difundir la noticia de la muerte de Batista y arengar al pueblo.
El 12 de marzo, la vigilancia montada por el Directorio comprobó que Batista regresó a Palacio a las seis de la tarde, y se decidió esperar al día siguiente para el asalto. A las 11 de la mañana del día 13, se precisó que permanecía en Palacio, y sin perder un minuto, relató Faure Chomón, jefe de acción del DR, dimos la orden de estar listos para iniciar la marcha sobre Palacio.
Los 50 jóvenes que entraron al antiguo Palacio Presidencial se desplazaron hacia el inmueble en dos automóviles y una furgoneta de la empresa Fast Delivery, donde iba el grueso de los combatientes. Ya en el interior del edificio asumieron diversas misiones. Los que subieron combatiendo al segundo piso en busca del dictador comprobaron que éste había huido por una escalera interna, anexa a su oficina.
Los combates dentro del Palacio fueron violentos y la guarnición resistió con fuerza, muchos jóvenes murieron, y a otros se les agotaron las municiones. Se decide entonces retroceder para continuar el ataque con el comando de refuerzo, pero el previsto apoyo nunca apareció y los asaltantes tuvieron que intentar esconderse en la ciudad de la persecución posterior.
A las tres y veintiuno de la tarde del 13 de marzo de 1957 llega José Antonio a la cabina de Radio Reloj y entrega a los locutores varios despachos, donde se informaba del ataque al Palacio Presidencial y de un supuesto parte emitido por oficiales y clases que habrían tomado el mando del Ejército, luego de destituir a altos jefes y oficiales del tirano Batista.
Al final de este boletín, uno de los locutores anunció que el líder de la FEU daría a conocer una alocución al pueblo de Cuba. Inmediatamente, José Antonio inició una apasionada arenga que aún hoy emociona a los cubanos, donde anunció la caída del tirano, algo que debió haber ocurrido según los planes. La alocución quedó cortada cuando el líder estudiantil repetía sus palabras, al sacar del aire la emisora un empleado encargado de las transmisiones. Cuando al dirigente estudiantil le informaron que estaban fuera del aire, en su retirada, realizó unos disparos sobre el máster de la CMQ.
Interceptado por una patrulla policial José Antonio cayó en combate frente a fuerzas de la tiranía a un costado de la Universidad de La Habana.
Fidel Castro calificó el asalto al Palacio Presidencial como "una operación bien organizada, un acto de extraordinaria audacia y valentía, en el que también hubo fallos e imponderables".
A pesar de no haber logrado su objetivo, la acción del 13 de marzo de 1957 tiene una gran importancia histórica, pues conmocionó la conciencia popular y acrecentó el repudio al régimen tiránico. Muchos combatientes del DR se alzaron luego en las montañas de la antigua provincia de Las Villas y se incorporaron luego a la columna invasora rebelde del comandante Ernesto Che Guevara.
 

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