Aniversario 514 de la fundación de Baracoa, primera Villa de Cuba

Baracoa

Para quien viaje por primera vez a Baracoa, el trayecto desde Guantánamo le reserva 155 kilómetros de aventuras, pasando a un costado de playita de Cajobabo, donde desembarcaron José Martí y Máximo Gómez para iniciar la Guerra Necesaria en 1895, y cruzar luego el Viaducto de la Farola, una de las siete maravillas de la ingeniería civil en Cuba.
El Viaducto de La Farola fue inaugurado en 1965 tras 20 meses de difícil construcción, fundiendo placas voladas por seis kilómetros sobre el precipicio y sostenidas en su parte saliente por gruesos pilotes de hormigón enclavados sobre la roca. Tiene 11 puentes voladizos y su punto más elevado está en el Alto de Cotilla, a más de 600 metros sobre el nivel del mar, donde se eleva un mirador desde el que se puede ver al mismo tiempo la costa Norte y la costa Sur.
Esta carretera conecta a la ciudad de Baracoa, primera villa de Cuba fundada hace 514 años por Diego Velázquez el 15 de agosto de 1511, con otras poblaciones atravesando de Sur a Norte el macizo montañoso Sagua-Baracoa.
En el extremo oriental de Cuba la ciudad de Baracoa está rodeada de montañas, una de las cuales es el Yunque, declarado Monumento Nacional en 1980. La urbe tiene un pintoresco malecón al Mar Caribe a lo largo de su costa norte con una longitud de dos kilómetros, y el río Miel, que entra al mar en la bahía de Miel, al Este de la ciudad, para disfrute de habitantes.
Baracoa, cuyo nombre de bautizo por los españoles en 1512 fue Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, conserva su esencia colonial y su conexión con la naturaleza. De las siete primeras villas fundadas entonces solamente La Primada Baracoa se mantiene en el sitio inicial, las restantes cambiaron de lugar por motivos diversos.
Cristóbal Colón llegó a Baracoa el 27 de noviembre de 1492 en su primer viaje, hallando una población nativa amable y no belicosa, descendiente de las tribus de los arahuacos. En su diario describe una montaña alta y cuadrada que parecía una isla, elevación actualmente conocida como el Yunque de Baracoa, y admiró la belleza de la naturaleza circundante. En esa ocasión dejó un símbolo, que es hoy uno de sus Monumentos Nacionales, la Santa Cruz de la Parra, ubicada por Colón a la entrada del puerto de Baracoa el 1 de diciembre de 1492 y que es el único testimonio existente de la llegada de los colonizadores al llamado Nuevo Mundo.
Diego Velázquez, de origen noble, llegó a las Antillas en el segundo viaje de Cristóbal Colón en 1493, y se destacó en la conquista por la cruel represión de los indígenas. En 1510, o fines de 1509, el gobernador de La Española, Diego Colón, lo puso al frente de una expedición para conquistar y poblar con españoles a Cuba.
Velázquez y sus hombres arribaron a mediados de 1510 a las costas cubanas por el que llamó Puerto de Palma, seguramente dentro de la bahía de Guantánamo, e inició de inmediato la conquista de la “provincia india de Maisí”, lo cual le llevó dos años y donde tuvo que enfrentar una fuerte resistencia del cacique Hatuey.
Hatuey, había sido también cacique en la vecina isla La Española y huido a Cuba junto con varios de sus expertos guerreros, y finalmente fue capturado en la actual región de Manzanillo y quemado vivo el 2 de febrero de 1512.
El 15 de agosto de 1511, día dedicado a la virgen de la Asunción que dio nombre al asentamiento, Velázquez eligió como lugar para fundar la primera población en Cuba a una hermosa bahía en su costa oriental, con varios ríos tributantes y un asentamiento que los nativos llamaban Baracoa, que en lenguaje arahuaco significaba “tierra alta” o “tierra con lomas”.
Según historiadores es de suponer que esa expedición la conformaban solamente hombres, por lo cual los primeros españoles colonizadores de Cuba se relacionaron pronto con las indias nativas y comenzaron aquí el mestizaje que ya era común en La Española.
Diego Velázquez declaró a Baracoa como capital política, nombró alcaldes que ejercieran la justicia civil ordinaria, y un Alguacil Mayor. Estableció la institución denominada Ayuntamiento, para el cuidado y fomento del pueblo, hizo la villa capital del gobierno eclesiástico, y solicitó la creación en Cuba de un obispado. Esto le fue concedido en 1516, ordenándose que el mismo radicara en Baracoa, cuya iglesia parroquial fue elevada al rango de Iglesia Catedral. La colonización conllevó asignaciones o encomiendas de indios en régimen de servidumbre
El 28 de abril de 1522 el Papa Alejandro VI, trasladó el obispado y su catedral a la villa de Santiago de Cuba. Al mudarse Velázquez para Santiago, Baracoa quedó con solo 50 vecinos. Comenzó a sumirse en profundo letargo, a vivir de la ganadería y el contrabando, y fue presa fácil para ataques de corsarios y piratas.
El actual municipio Baracoa de la provincia de Guantánamo, ostenta también otra categoría patrimonial: la playa de Duaba. Allí se produjo el desembarco de los generales de la Guerra de Independencia, Antonio Maceo y Flor Crombet, junto a otros expedicionarios el 1 de abril de 1895. 
La primera villa sigue protegida por un sistema de fortificaciones militares coloniales compuestas por el fuerte Matachín (hoy museo), la Punta y el Castillo de Seboruco, que mantienen en la ciudad su ambiente colonial en medio de la modernidad que incluye un aeropuerto para vuelos nacionales.
El municipio tiene una extensión de 97 600 hectáreas y una población de 78 mil 214 habitantes (en 2023), con una densidad de 84,5 habitantes por kilómetro cuadrado. Sus principales productos son el coco, el cacao y el café, aunque a finales de la década del 90 del pasado siglo el turismo fue una de sus principales fuentes de ingreso debido a su extraordinaria belleza.
La ciudad de Baracoa fue declarada Monumento Nacional el 10 de octubre de 1972, y mantiene el encanto de la Villa Primada, con su mezcla de arquitectura moderna matizada por lo colonial y el conmovedor y romántico aire de siempre.

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