Agostinho Neto y Fidel Castro, hermanos de combate y principios

Agostino Neto

Hace 49 años, el 22 de julio de 1976, en plena guerra contra quienes querían apoderarse de su país, llegó a Cuba Agostinho Neto, presidente del Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA) y de la República Popular de Angola, invitado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz quien lo condecoró con la Orden “Playa Girón”.
Ante el riesgo de que la anhelada proclamación de la independencia de Angola fijada para el 11 de noviembre de 1975 no pudiera concretarse, por la acción de fuerzas opositoras internas alentadas por Estados Unidos y otras potencias extranjeras, con el contubernio de Zaire y Sudáfrica, que pretendían impedir a toda costa el ascenso del MPLA al poder, Neto le pide a ayuda militar a Cuba.
El líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, no lo dudó entonces. La primera colaboración de la isla mayor de las Antillas consistió en instructores para cuatro centros de capacitación angolanos que organizarían, prepararían y armarían a unas cincuenta unidades de las Fuerzas Armadas Populares para la Liberación de Angola (FAPLA).
Pero los agresores se daban prisa en su objetivo de impedir la independencia. Las tropas enemigas se dirigían hacia Luanda por el norte y por el sur, con el propósito de ocupar la capital angolana. Jefes militares de ambos países coincidieron en que el golpe hubiese aniquilado a las fuerzas revolucionarias del MPLA y de paso a los asesores cubanos. Tras evaluar tan grave situación el Gobierno de Cuba decidió enviar tropas regulares y armamento apropiado para enfrentar y derrotar a los invasores. 
Así, el 5 de noviembre de 1975 nació la Operación Carlota, un ejercicio genuino de solidaridad. En Angola cumplieron misión internacionalista entre 1975 y 1991 un total de 427 mil cubanos, 377 mil como combatientes y 50 mil como colaboradores en salud, educación, construcción, administración y otras esferas. La historia de hermandad entre Cuba y Angola se forjó en esa batalla, donde dos mil 77 cubanos perdieron su vida, y la sangre de cubanos y angolanos se mezcló para siempre.
En la clausura del Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, el 22 de diciembre de 1975, el líder de la Revolución Cubana explicaba al pueblo la esencia de la ayuda que ofrecíamos a Angola: “¡Estamos cumpliendo un elemental deber internacionalista cuando ayudamos al pueblo de Angola! No buscamos petróleo, ni buscamos cobre, ni buscamos hierro, ni buscamos nada en absoluto. Simplemente aplicamos una política de principios. No nos cruzamos de brazos cuando vemos a un pueblo africano, hermano nuestro, que de repente quiere ser devorado por los imperialistas y es brutalmente atacado por África del Sur. ¡No nos cruzamos de brazos y no nos cruzaremos de brazos!”.
En ocasión de su visita en 1976, Fidel señaló: “Agostinho Neto es un hombre cuyo nombre pasará a la historia entre los dirigentes revolucionarios que han adquirido grandes méritos con su pueblo y con el movimiento revolucionario mundial. Neto es también un hombre de extraordinaria cultura, de gran capacidad intelectual, y un extraordinario poeta que consagró su vida y su pluma a su pueblo, a sus hermanos discriminados y esclavizados, a forjar la conciencia política de los angolanos (…). Y así como Martí escribió muchas de sus mejores obras y de sus mejores versos en el sufrimiento --en ese sufrimiento inextinguible de quien tiene conciencia de libertad y no soporta la esclavitud del hombre--, así también Neto escribió muchos de sus mejores versos en el sufrimiento de las prisiones, del exilio y de la esclavitud de sus hermanos. Martí y Neto han sido forjadores de Patria”. 
“Y no solo forjó Neto una conciencia, agregó, forjó también como Martí el instrumento de lucha, y trazó una línea, un camino --el único camino en Angola como ayer en Cuba-- para alcanzar la independencia, la lucha heroica del pueblo, la lucha armada del pueblo. Y durante muchos años ha dirigido esa lucha. Neto es también uno de los hombres más modestos, nobles y honestos que he conocido”.
António Agostinho Neto nació el 17 de septiembre de 1922 en la aldea Kaxicane, región de Icolo Bengo, aproximadamente a 60 kilómetros de Luanda, la capital. Su padre fue pastor y profesor de la Iglesia Protestante y su madre también fue profesora. Luego de haber concluido un curso del Liceo en Luanda, Neto comienza a trabajar en los Servicios de Salud, convirtiéndose rápidamente en una figura prominente del movimiento cultural nacionalista que, durante los años cuarenta, alcanzó una vigorosa expansión.
En 1947 viajó a Portugal y matriculó en la Facultad de Medicina en Coimbra, graduándose en 1956, no obstante, las vicisitudes: prisión en dos ocasiones, cambios de ciudad, y esconderse de la Policía Política Portuguesa (PIDE). El 10 de diciembre de 1956 se funda el Movimiento Para la Liberación de Angola (MPLA), del que toma conocimiento por ser una fuerza política que congregaría a intelectuales y obreros para la lucha contra el gobierno colonial fascista.
El 30 de diciembre de 1959, Neto regresa a Angola con su esposa y un hijo pequeño. Allí ocupa la jefatura del MPLA y continúa ejerciendo la medicina. El 8 de junio de 1960, encontrándose en plena actividad en su consultorio en Luanda, el director de la Policía Internacional y de Defensa del Estado arresta a Neto. La población de su aldea natal, al conocer del hecho, organiza una manifestación pacífica de protesta. La policía respondió reprimiéndolos, dejando un saldo de 30 muertos y 200 heridos. Esta vil acción se recuerda como la «Masacre de Icolo Ibengo».
Debido a este acontecimiento, el gobierno fascista decidió transferir a Neto a cumplir prisión en Lisboa y más tarde es trasladado a la Isla de Santo Antonio y Santiago en Cabo Verde. Allí continuó ejerciendo su profesión y fue electo, durante ese período Presidente Honorario del MPLA.
En las primeras horas del 4 de febrero de 1961, un grupo de nacionalistas angolanos emprendió una acción combativa para liberar de las cárceles de Luanda a sus camaradas patriotas, siendo este el primer grito de libertad de esta nueva era. Esta chispa de rebeldía se extendería por todo el territorio angolano, siguiéndole una represión tan cruel, que resultó en la muerte a cerca de 30 mil angolanos hasta la proclamación de la independencia.
El 17 de octubre de 1961, Neto fue trasladado a la prisión de Aljube en Lisboa. A partir de este momento, un grupo de amigos de Neto lanzaron una campaña en pro de su liberación y la de todos los prisioneros políticos angolanos. Gracias a la fuerte presión de esta campaña, las autoridades fascistas se vieron obligadas a liberar a Neto en 1962, fijándosele residencia en Portugal.
Entre tanto, el MPLA puso en práctica un eficaz plan de evasión, haciendo que Neto y su familia abandonaran clandestinamente Portugal, llegando así a Leopoldville en junio de 1962. En diciembre del propio 1962, es elegido presidente del MPLA durante la Conferencia Nacional del Movimiento.
Desde 1963, Neto se lanza en una intensa actividad, visitando numerosos países, contactando importantes dirigentes revolucionarios y otros, siendo reconocido como el guía indiscutible de un pueblo heroico y generoso, que llevaba una guerra justa por la independencia nacional, por la democracia y por el progreso social.
Con el derrocamiento del régimen fascista de dictador António de Oliveira Salazar en Portugal el 25 de abril de 1974, el MPLA consideró que estaban creadas las condiciones mínimas indispensables para firmar un acuerdo de cese al fuego con el nuevo gobierno portugués, el cual se materializó en octubre de ese año.
El 4 de febrero de 1975, el presidente Neto regresa triunfante a Luanda, dándose la mayor manifestación popular que se recuerde en Angola. A partir de ese momento asume y dirige todas las acciones contra las múltiples tentativas orquestadas para impedir la independencia de Angola, proclamando la «Resistencia Popular Generalizada».
El 11 de noviembre de ese año fue nombrado Primer Presidente de la República Popular de Angola y define en su discurso como objetivo estratégico «la construcción de una nueva sociedad sin explotadores ni explotados». Angola nació en medio de una invasión imperialista dispuesta a liquidar la voluntad de un pueblo en su propio embrión, y en diciembre de 1977, bajo su dirección, se funda el MPLA Partido del Trabajo.
Neto fallece el 10 de septiembre de 1979. Entonces, afirmó Fidel: “Para el movimiento progresista y revolucionario del mundo y para el pueblo de Angola, la muerte de Neto significó un trágico golpe, una pérdida enorme, que privó al país, que recién alcanzaba su independencia, del jefe que había iniciado la lucha y había conducido a su pueblo a la victoria”.

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