
Félix Varela y Morales, conocido como el Padre Varela, fue pedagogo, filósofo y político cubano y es de esos hombres que dejan huella imperdurable en el tiempo. Pese a morir hace 170 años un 25 de febrero de 1853 sus enseñanzas pasaron de generación a generación a través de sus discípulos.
Varela formó en las aulas del Seminario San Carlos a los mejores hombres de su época. Los frutos de su labor como maestro se muestran en patriotas como: José Antonio Saco, Domingo del Monte y José de la Luz y Caballero. Heredero de las enseñanzas de estos hombres y a su vez alumno del Seminario fue también Rafael María de Mendive, el maestro de José Martí.
El Padre Varela enseñaba con los métodos pedagógicos más adelantados y fue el primero que enseñó a los cubanos a pensar en el patriotismo. Así lo afirmó su discípulo José de la Luz y Caballero cuando dijo: "mientras se piense en la Isla de Cuba, se pensará en quien nos enseñó primero en pensar".
Dominaba el latín como su propia lengua, renovó la enseñanza de la época utilizando el español en sus clases y libros, en los que abandonó el escolasticismo imperante por la filosofía electiva, introdujo la experimentación en el estudio de las ciencias y daba mucha importancia a que sus alumnos aprendan a razonar con sus propias cabezas.
Fue el iniciador de la enseñanza experimental de la Física en Cuba, siendo un fervoroso defensor del experimento en la actividad docente y se le reconoce como el primer autor de un Libro de Física en Cuba. Era partidario de que el aprendizaje siguiera un camino deductivo, para ir poco a poco a la inducción, o sea de lo general a lo particular.
Nacido en La Habana el 20 de noviembre de 1788 de padre español y madre santiaguera, Varela estudió filosofía y teología en el Seminario de San Carlos y San Ambrosio y en la Universidad de La Habana, y ya como sacerdote ocupó en 1811 la cátedra de filosofía de la primera de esas instituciones.
Electo diputado a las Cortes de Cádiz en 1821 en representación de Cuba defendió el derecho a la autonomía de los territorios americanos, propuso la abolición de la esclavitud en la Isla y la modernización de la enseñanza.
El Padre Varela fue contemporáneo con Simón Bolívar y nunca emitió juicios críticos ni degradantes sobre el Libertador; por el contrario, abogó en las Cortes para que se reconociera la soberanía de los pueblos que Bolívar había emancipado, lo cual resalta sus ideas sobre la independencia latinoamericana.
El retorno español al absolutismo monárquico lo condenó a muerte por sus ideas por lo cual debió huir de España y el 17 de diciembre de 1822 llegó a Estados Unidos, donde se vio obligado a vivir el resto de su vida, primero en Filadelfia y después en Nueva York.
Desde allí se consagró a fomentar el independentismo en los cubanos. Publicó el periódico independentista El Habanero, que entraba subrepticiamente en Cuba y redactó junto a José Antonio Saco, El Mensajero Semanal (1821-1831), destinado educar y preparar a la población para empeños futuros. Varela escribió: “Yo soy el primero que estoy en contra de la unión de la Isla a ningún gobierno, y desearía verla tan Isla en política, como en la naturaleza “.
Habiéndose resentido su salud en Estados Unidos desde 1846, viajó tres veces en busca de mejor clima a La Florida, donde murió el 25 de febrero de 1853. Después de instaurada la República en Cuba, sus restos fueron trasladados a La Habana, y están colocados en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, donde se le rinde homenaje.