Juan Marinello, una intensa vida dedicada a las causas populares

Juan Marinello

A veces cuando pensamos en un intelectual de estatura universal imaginamos sólo a una persona de pensamiento, pero Juan Marinello Vidaurreta fue un revolucionario comunista vinculado a las luchas populares desde su juventud, que sufrió cárcel, exilio, persecuciones, y fue fiel a sus ideas hasta su muerte.
Hace 126 años que nació en el pequeño poblado de Jicotea, provincia de Las Villas, el 2 de noviembre de 1898. Participó activamente en sus casi 79 años de vida en los movimientos que defendieron las causas populares, labor que unió a su extensa obra como político, abogado, ensayista, poeta, periodista y pedagogo que lo convirtieron en uno de los intelectuales más brillantes de Cuba, hasta su muerte en La Habana el 27 de marzo de 1977, hace 47 años.
Realizó sus estudios primarios y secundarios en Santa Clara y pasó después a la Universidad de La Habana, donde obtuvo los títulos de doctor en Derecho Civil como alumno eminente, en Derecho Público y en Filosofía y Letras. A principios de 1920 amplió sus estudios en la Universidad Central de Madrid.
A su regreso se vinculó a la vanguardia juvenil intelectual que emergió a la vida pública entre los años 20 y 30, período que él llamó la década crítica en la que ocurrieron importantes acontecimientos, entre ellos, la fundación de la Confederación Nacional Obrera de Cuba y el Partido Comunista. Colaboró con el líder estudiantil Julio Antonio Mella en el movimiento por la Reforma Universitaria, y junto a este y a Rubén Martínez Villena en 1923 en la creación de la Universidad Popular José Martí.
Marinello era uno de los intelectuales de la Protesta de los Trece y en 1923 fundó y dirigió junto con Martínez Villena la Falange de Acción Cubana; fue miembro del Grupo Minorista y del Movimiento de Veteranos y Patriotas, y combatió a los gobiernos de Alfredo Zayas, Gerardo Machado y Carlos Mendieta, por lo cual sufrió prisión en Isla de Pinos y exilio forzado.
Militante comunista desde muy joven, presidió el Partido Unión Revolucionaria y fue delegado a la Asamblea Constituyente de 1940 y representante a la Cámara. Presidió el Partido Socialista Popular desde 1944 hasta su disolución. Fue electo senador por la provincia de Camagüey; en 1946 ocupó la vicepresidencia del Senado y fue candidato a la Presidencia de la República por el Partido Socialista Popular en 1948. Después del golpe de Estado del 10 de marzo de 1952, sus actividades contra la dictadura de Fulgencio Batista lo llevaron nuevamente a prisión en varias ocasiones.
Tras el triunfo de la Revolución Cubana en 1959 trabajó con el Comandante en Jefe Fidel Castro en la reorganización de la vida partidista del país; fue Rector de la Universidad de La Habana, embajador y delegado permanente de Cuba ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en la cual fue vicepresidente de su Consejo Ejecutivo y participó en sus conferencias generales de 1964, 1966, 1968 y 1970. Tomó parte en el Coloquio Mundial sobre Lenin convocado por esa organización internacional en Tampere, Finlandia, en abril de 1970. Fue vicepresidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y perteneció al Comité Central del Partido Comunista de Cuba desde su fundación en 1965 hasta su muerte.
La labor de Marinello como pedagogo fue también extensa y abarcó varios países en los cuales impartió clases y conferencias magistrales. Dirigió o colaboró en importantes publicaciones progresistas en Cuba, América Latina y Europa. En Cuba destacan la Revista de Avance (1927-1930), de gran significación en la vida cultural; el periódico La Palabra, vocero de las masas trabajadoras; la revista Masas, órgano de la Liga Antiimperialista de Cuba; la revista Mediodía, de notable influencia en la política nacional; la revista Mensaje, en la época de la dictadura de Batista, y colaboró en La Carta Semanal, periódico clandestino de los comunistas cubanos.
Además, Marinello fue miembro permanente del jurado internacional de los Premios Lenin por la Paz, presidente del Coloquio Internacional José Martí en la Universidad de Burdeos, Representó al Movimiento Cubano por la Paz en importantes eventos internacionales como los efectuados en Varsovia, México, Budapest, Bruselas, Helsinki y Berlín. Presidió la delegación cubana a la Conferencia de los Pueblos, efectuada en la Habana en 1962.
Recibió importantes condecoraciones y reconocimientos de instituciones culturales, académicas y docentes, tanto de Cuba como de otros países y dejó una amplia obra escrita en poesía, ensayos e investigación, incluidos varios libros de referencia obligada sobre la obra y el pensamiento de José Martí.
Sus compañeros de lucha lo definen como activo militante comunista, forjador de la unidad como elemento decisorio y estratégico para aprovechar espacios políticos, sin hacer concesiones de principios, y recalcan su esencia humanista que sentó pautas en el ejercicio del poder político, vinculado a su ideología marxista–leninista en la búsqueda de justicia y ética revolucionaria que lega en su extensa obra escrita, llena de conceptos, ideas y valoraciones que lo distinguen por poseer el don de la contemporaneidad.
De Marinello dijo el General de Ejército Raúl Castro: "Ha sido un hombre de su tiempo, porque ejerció su alta estatura intelectual y su fina sensibilidad artística, como Rubén Martínez Villena, sinceramente ajeno a vanidades y reclamos; porque se mantuvo siempre fiel a su propia obra, y como en ella, no pugnaron nunca en su conducta el mérito con la modestia, los honores con la humildad.

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