Es preciso que estos sentimientos que hemos tratado aquí no se queden como parte de los análisis de esta asamblea, que esos sentimientos le demos vida todos los días. La Revolución vive y vivirá, pero podrá ser cada día más fuerte en la medida que todos nosotros asumamos el compromiso y la alta responsabilidad, y no solo que lo asumamos nosotros, sino que seamos capaces con nuestro ejemplo, con nuestra legislación de llevarlo a todos los cubanos y cubanas, y en nuestro caso principalmente obligado a todos los que ocupamos una responsabilidad administrativa, a todos los que tienen el privilegio de haber sentido la confianza del pueblo y la Revolución de confiar en ellos los recursos, que aunque sean los más pequeñitos, son los recursos de este pueblo para que los administremos, y el único deber que tenemos todos es que eso se administre cada día más eficiente y que logremos cumplir con lo que siempre el Comandante en Jefe nos dijo “hacer más con menos” y es un deber, es una necesidad que además es posible, porque si bien es cierto que hay situaciones objetivas totalmente adversas, uno ni se imagina cómo es posible lo que hemos logrado todos, que no ha sido magia, ha sido dedicación, ha sido esfuerzo de muchas personas y sobre todo de nuestro pueblo.
Tenemos que sentir insatisfacciones y tener un espíritu muy crítico y autocrítico con nosotros mismos porque todavía es bastante lo que se derrocha, lo que se mal utiliza, no hablemos ya del que coge un camino para enriquecer a personas, eso es totalmente inadmisible, también tenemos que pensar que hay otros que no se apropian directamente malgastan y no podemos darnos ese lujo.
Nosotros tenemos que lograr eficiencia, y a veces subestimamos y en una unidad donde casi no hay recursos, por poco que sea puede contribuir a la mejora económica del país, pero sobre todo al prestigio, la autoridad y la moral de la Revolución, que es la que nos ha permitido llegar hasta aquí.
El pueblo tiene muchas insatisfacciones y con toda razón, es crítico cuando aprecia las dificultades que tenemos por deficiencias en la administración de esos recursos. Este pueblo es un pueblo preparado, culto, que ha sido educado por la Revolución, por nuestros máximos dirigentes. Estas sesiones han sido una clase, todos aprendemos, todos reflexionamos y todos podemos sacar conclusiones.
Quiero llamar la atención en que hay que hacer más análisis, estamos falta de análisis, y a veces cuando se habla de control, nada más se piensa en la auditoría, y en la que viene de afuera, pero el control nace del análisis que se realiza en cada lugar, en cada actuación. Cada vez que vamos a decidir un gasto, tenemos que pensar para qué es, qué utilidad tiene, qué prioridad, si cumple realmente lo que está indicado.
También tenemos que combatir con mucha más energía, para que siempre haya transparencia y veracidad de lo que decimos. Hay que hablar con mucha claridad y hay que decir siempre la verdad.
Aquí se hablaba en otro momento del control, de los salarios, es justo que los trabajadores reciban el beneficio de todo lo que son capaces de producir y aportar, pero es tremendamente criminal que un dirigente manipule cuentas, manipule datos para reflejar resultados que no se tienen para distribuir dinero, porque ese dinero no les pertenece porque no lo han producido, pues como se ha explicado son las cosas que contribuyen también a la inflación. Es principalmente inmoral y afecta, y luego no solo perdemos dinero, en algunos casos deforman a colectivos laborales.
Llamamos en el trabajo diario a la combatividad, a la insatisfacción en todo lo que hacemos, no porque seamos personas que no tengamos optimismo, hay que identificar más los riesgos, si lo hacemos todos los días, veremos como las indisciplinas, el delito y la corrupción disminuye, porque contra la fuerza del pueblo, de la Revolución nadie ha podido ni podrá jamás!
Muchas gracias.